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Crónica:Tercera jornada de Liga
Crónica
Texto informativo con interpretación

Sólo Negredo

El delantero da una victoria tardía al Almería frente al Málaga

El fútbol es un juego colectivo que se soluciona en acciones individuales. Ayer, en el estadio Juegos Mediterráneos, funcionó mal en lo colectivo el Almería, y peor el Málaga. En lo individual apareció Negredo a falta de un cuarto de hora para el final y resolvió para los locales un partido de rebajas. Nadie asomó en el Málaga. La rebajada versión del Almería fue más efectiva.

El Almería se sintió seguro de sus posibilidades y se desenvolvió con cierta suficiencia, sin el vigor mostrado una semana atrás ante el Valencia, convencido de que la victoria caería por un cálculo de probabilidades, por su propuesta más ofensiva o porque así lo dice su buen arranque de la temporada. Sin grandes alardes, con orden, con la velocidad de Piatti y la presencia de Negredo, un delantero que domina el juego por tierra y por aire, pensó que resultaría suficiente argumento para lograr los tres puntos. Y cantó bingo porque cualquier centro al área es una manifiesta ocasión de gol si por allí se encuentra Negredo.

ALMERÍA 1 - MÁLAGA 0

Almería: Diego Alves; Bruno, Chico, Pellerano, Mané; Juanito, Julio Álvarez; Juanma Ortiz (Natalio, m. 57), Corona (José Ortiz, m. 57), Piatti; y Negredo (Soriano, m. 83). No utilizados: Esteban; C. García, Kalu Uche y Crussat.

Málaga: Arnau; J. Gámez, Cuadrado, Welington, Nacho (Eliseu, m. 71); Pablo Barros, Miguel Ángel; Duda, Luque (Adrián, m. 67), Calleja; y Baha (Fernando, m. 76). No utilizados: Goitia; Manolo Gaspar, Lolo, Hélder y Rosario.

Goles: 1-0. M. 74. Negredo de cabeza.

Árbitro: Mejuto González. Expulsó a Miguel Ángel y a José Ortiz y amonestó a Barros, Cuadrado, Gámez, Mané y Calleja.

Unos 13.000 espectadores en el estadio Juegos Mediterráneos.

Desde el inicio, el Almería marcó el ritmo del juego y suyas fueron las primeras ocasiones, todas protagonizadas por Negredo, en dos remates de cabeza y un mano a mano con Arnau que solucionó con una estética e improductiva vaselina.

El Málaga sufría poco y nada inquietaba. Estaba presente y apenas se notaba. Se sostuvo por su trabajo defensivo. En ataque apenas se prodigó. Albert Luque es una sombra de lo que fue y existen justificadas dudas de que aparezca la mejor cara del futbolista de antes de su lucrativo paso por Inglaterra y Holanda. Y cuando el Málaga más confiado y sereno estaba, apareció Negredo. Para resolver un partido que no ofreció nada.

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