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Alborch rechaza el PAI del Grau que presentó Barberá

Asegura que el metro cuadrado de los pisos de renta libre costaría 18.000 euros

El Plan de Actuación Integrada (PAI) del Grau, que abarca uno de los 15 segmentos contemplados en el concurso internacional de ideas que convocó el Ayuntamiento de Valencia para ordenar la fachada marítima de la ciudad, contempla una edificabilidad de 400.000 metros cuadrados que arrastran unas cargas de urbanización estimadas por el grupo municipal socialista en 7.230 euros por metro cuadrado. Puesto que la ley estatal exige destinar un mínimo del 30% de las nuevas urbanizaciones a vivienda protegida y estimando que el coste del suelo representa un 40% del precio de venta final, los pisos de renta libre que puedan construirse en la zona costarán unos 18.000 euros por metro cuadrado.

"El circuito no admite los matices propios de una trama urbana"

Carmen Alborch y Vicente González Móstoles, portavoz y responsable de urbanismo del grupo municipal socialista en el Ayuntamiento de Valencia, presentaron ayer una moción que exige la retirada del PAI Grau cuya elaboración corrió a cargo del arquitecto José María Tomás a quien se encomendó la fusión de los proyectos que plantearon el francés Jean Nouvel y el estudio alemán GMP para el conjunto de la fachada marítima de la ciudad.

Según Alborch, el PAI actual entraña serias "contradicciones" con el espíritu que inspiraba el concurso internacional que ganaron ex aequo Nouvel y GMP con dos proyectos totalmente distintos. "El concurso buscaba unidad y una visión integral de una parte importante de la ciudad", recordó Alborch, "e incorporaba ideas muy interesantes y ambiciosas que no recoge el master plan del Grau".

Según Móstoles, las contradicciones se extienden a la redacción del Plan General de Ordenación Urbana en lo que se refiere al recinto portuario y la dársena interior, tanto sobre suelo municipal como sobre suelo propiedad de la Autoridad Portuaria de Valencia.

La moción destaca que el circuito urbano de Fórmula 1 es un "elemento sobrevenido" que condiciona toda la ordenación del frente marítimo de la ciudad puesto que "las exigencias del trazado del circuito no admiten matices urbanísticos propios de una trama urbana" como el mobiliario o el arbolado "propios de un tejido urbano habitable". Por todo ello, la iniciativa pide "encargar" un nuevo plan para el frente litoral y pide al Ayuntamiento que inste a la Autoridad Portuaria de Valencia a definir los usos de los espacios portuarios "pendiente desde hace más de cinco años".

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Jorge Bellver, concejal de Urbanismo, replicó que "el único objetivo del grupo socialista es enredar y pedir nuevos planes y estudios para retrasar lo que, pese a ellos, será una realidad para todos los valencianos, la recuperación de un entorno donde hace apenas unos años había unos depósitos de combustible".

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