"Fue culpa mía, no del entrenador"

Un partido. Ése es el límite de confianza que otorgan los medios franceses al seleccionador de su país, Raymond Doménech, tras la derrota del sábado (3-1) ante Austria en su primer partido clasificatorio para el Mundial de 2010. Después de una pobre actuación en la Eurocopa -un gol y un empate en tres partidos-, el técnico, de 56 años, se había propuesto rejuvenecer al equipo con vistas a la cita de Suráfrica. Pero, tras la humillación sufrida ante la débil Austria, la afición volvió a mirar al banquillo en busca de un responsable de la crisis de los bleu.

El central Mexes, sin embargo, reconoció ser "culpable" por la derrota ante Austria. "Acepto mi responsabilidad porque fue más culpa mía que del entrenador. Todos los jugadores confiamos en Doménech", dijo el romanista, que marcó en su propia puerta el primer gol austriaco y provocó el penalti que supuso el 3-1 final. El defensa, de 26 años -ausente en la Eurocopa y una de las novedades en esta convocatoria-, no será titular probablemente ante Serbia. "Aceptaré la elección del entrenador sea cual sea", puntualizó. Según la prensa, una derrota este miércoles, en París, ante la Serbia de Radomir Antic -la selección número 33 en la clasificación de la FIFA-, sentenciaría al técnico, cuyo contrato fue renovado el 3 de julio.

El portero Mandanda, que ha relevado a Coupet en el equipo después de que el meta del Atlético lo abandonase tras la Eurocopa, no cree, sin embargo, que el resultado ante los serbios decida el futuro de Doménech. "Los jugadores y el técnico compartimos el objetivo de clasificarnos para el Mundial y aún podemos hacerlo", declaró. El guardameta del Marsella, de 23 años, admitió en todo caso que "las piezas no encajaron" ante Austria. "Tenemos que trabajar en ello. Compadecernos de nosotros mismos no ayudará porque hay que jugar otro partido en apenas tres días", concluyó el joven internacional francés.