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Entrevista:DAYRON ROBLES | PEKÍN 2008 | Atletismo

"Este deporte no es saludable"

Dayron Robles (Guantánamo, Cuba; 21 años), el hombre más rápido del mundo en los 110 metros vallas (12,87s), busca hoy el oro sin la competencia del chino Liu Xiang, lesionado. "Lo que le ha pasado es duro", dice el cubano; "para él y para todos, porque es un gran rival y esperábamos montar un buen show. Le admiro mucho, y sé que está pasando por un momento muy duro. Su ausencia no me pone más presión". Corre con gafas porque dice que se siente más tranquilo que con lentillas. Jackson Quiñónez apuesta por que Robles puede batir el récord del mundo.

Pregunta. ¿Qué recuerdos tiene de su infancia en Cuba?

Respuesta. Que era un niño muy travieso, súper impertinente, que no podía prácticamente ni caminar: todo lo hacía corriendo. Me gustaba hacer muchas maldades, según me cuenta mi madre. Fui un niño muy difícil. De esa niñez a como soy ahora noto muchos cambios. Puede que sea más maduro, pero también me gusta la jodedera, como a todos los cubanos. Ahora soy un poco más pausado, hago las cosas con más calma. Antes hacía muchas maldades. Tengo primas, hermanas, y siempre bajaba con ellas, las agarraba de los pelos... era complicado aguantarme.

P. ¿Qué se siente al correr los 110 metros vallas en 12,87s?

R. El cuerpo siente una tensión constante, desde el principio a cuando pasas la meta. Ahí se ve en la cara que te relajas. Sólo eso.

P. Asafa Powell dice que le duelen hasta las patillas. ¿A usted no?

R. Este deporte no es saludable. Son agresiones al organismo. Y como estás agrediendo a tu cuerpo, como estás llevando a todos tus músculos a la mayor flexibilidad posible, a su mayor potencia, es lógico que los músculos te duelan. Cuando corrí el récord, me sentí destruido.

P. ¿Y qué hace contra eso?

R. Me cuido mucho. Tengo intenciones grandes en el deporte. Quiero ser grande. Sé que para eso tengo que cuidarme. Como cubano, en fin... a todos los cubanos nos gusta ir de fiesta con las chicas. Yo esas cosas las cojo suaves porque de vez en cuando traen sus problemillas.

P. Hoy no correrá Liu. ¿Qué es lo que más temía de él?

R. Que es un atleta muy aguerrido. Un competidor impresionante. Eso no lo es sólo para mí, pienso yo. Lo es para todos los atletas.

P. ¿Qué aprendió en Valencia? Fue eliminado en la primera serie, cuando dejó de correr al juzgar nula una salida de Xiang.

R. Aprendí que por muy bien que uno esté, no debe confiarse nunca. Ni en las buenas posibilidades que tiene.

P. ¿Qué le dijo en el vestuario a su entrenador?

R. Nada.

P. ¿No aprendió nada de cara a los Juegos?

R. No le dije nada, ni él me dijo nada a mí. Ahí no se aprende nada.

P. ¿Es difícil correr con gafas?

R. Realmente me siento más cómodo, ¿viste? Estuve corriendo con lentillas y me sentía incómodo. Con gafas me siento más seguro.

P. ¿Qué hace para concentrarse antes de una carrera?

R. Me encanta la música. Lo escucho todo, aunque sólo sea un pedacito. También me gusta bailar. De vez en cuando lo hago, aunque la gente me mire extraño. Cuando te estás concentrado se supone que... bailar un poquito también forma parte de mi concentración.

P. ¿Cuál es su peor defecto?

R. A veces me quedo con las cosas calladas.

P. Cuentan que es usted mitómano.

R. Me gusta ver a todos los atletas, especialmente las carreras de las décadas de los 90 entre Allen Johnson y Colin Jackson, que fueron muy buenos compitiendo. Fue una década bastante fuerte en las vallas. También es cierto que me gusta ver buenas carreras de la década de los 60, 70 y 80, todas las de los antiguos vallistas. Siempre trato de sacar lo positivo de cada uno, su técnica, y reflejarla en mí. Veo su potencia de entonces, la fuerza que tenían aquellos corredores...

P. ¿Y qué diferencias encuentra entre el Robles de hoy y el que empezó a trabajar con su entrenador?

R. En aquel entonces era un atleta muy fuerte, rápido, pero que tenía muchos deseos de llegar al alto nivel, a lo grande. Muchas veces me desesperaba. En la técnica quería hacer las cosas rápido y tenía que hacerlo un poco más pausado, con más calma. Si no, chocaba con todas las vallas y todos los días partía una distinta. No las trataba con cariño para que me salieran las cosas bien, ¿me entiende?

El vallista Dayron Robles, tras correr ayer la semifinal de los 110 metros vallas.
El vallista Dayron Robles, tras correr ayer la semifinal de los 110 metros vallas.REUTERS

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