Un herido muy grave en el primer encierro de las fiestas de Leganés

Ramón Delgado, de 34 años, apenas sí pudo reaccionar cuando se encontró de frente con uno de los seis toros que participaron en el primero de los encierros de las fiestas patronales de Leganés. Se quedó petrificado durante dos segundos ante la atenta mirada del astado, que había llegado el último a la plaza tras rezagarse durante el recorrido. Cuando quiso echar a correr, ya tenía al toro encima.

La primera embestida fue violenta. Ramón dio una voltereta en el aire y fue a caer junto a la barrera. Allí quedó absolutamente a merced del toro, que volvió a atacar por segunda vez. Un asta penetró por su costado izquierdo y, tras romperle una costilla, le alcanzó un pulmón.

Delgado, vecino de Leganés, fue operado en la enfermería de la plaza de toros La Cubierta. Más tarde, ingresó en estado muy grave en el hospital 12 de Octubre, donde en la tarde de ayer permanecía ya fuera de peligro, según informaron fuentes municipales. Junto a él, otras siete personas resultaron heridas leves durante la primera jornada de encierros.

Fue un encierro rápido y multitudinario. En apenas minuto y medio, toros y corredores cubrieron los 600 metros del recorrido, con final en La Cubierta. "Hemos tenido una participación extraordinariamente alta: cerca de 7.000 personas en el recorrido, y alrededor de 9.000 en el interior de la plaza", explicó el alcalde de Leganés, Rafael Gómez Montoya (PSOE). Apenas un centenar de personas participaron sin embargo en las carreras. La policía retiró tanto del recorrido como de la plaza un total de 23 personas: 19 eran menores, y el resto presentaba síntomas de embriaguez.

Junto a la cogida de Ramón Delgado a la entrada de los toros en la plaza, el momento más peligroso de la mañana se produjo durante la suelta de toros posterior al encierro. Como si de un caballo de doma clásica se tratase, uno de los astados saltó la barrera de un metro y medio de alto y alcanzó el callejón de la plaza, donde en ese momento había cerca de 200 personas. Durante casi veinte segundos se paseó, provocando el pánico. Sólo un hombre resultó herido en el lance tras golpearse en una pierna cuando trataba de lanzarse por encima de la barrera para ponerse a salvo.

"Ha sido un encierro muy duro, con muchas incidencias. No es fácil para ser sólo el primer día", resoplaba ya con todos los toros en corrales el regidor leganense. Y no era el único. Manuel Domínguez, de 23 años, salía entre suspiros de la plaza de toros junto a media docena de amigos. "Ha estado a punto de cogerme un par de veces", exclamó orgulloso. Hoy se celebrará el segundo de los tres encierros de las fiestas locales.