"Un riesgo hermoso"

"¿Por qué no?", responde, sonriente, Claude Onesta; "es un riesgo, pero hermoso. Es bonito ver que todavía hay en el balonmano mentes creativas, gente que inventa soluciones para problemas antiguos. Pero Pastor no es único. Nosotros también aportamos novedades al juego". El técnico de la selección francesa elogia a su homólogo español, Juan Carlos Pastor, después de que Francia endosara a España una hermosa derrota. "Claro que", matiza Onesta, "nosotros hemos hecho la brecha en ese momento, pero ahí no hemos ganado el partido. Lo hemos ganado gracias a que nuestra defensa ha ido ahogando a España progresivamente".

El invento de Pastor consiste en jugar sin portero las fases de ataque en inferioridad, cuando el árbitro expulsa por dos minutos a un jugador. Como ocurre con todas las ideas pioneras, tuvo un éxito desigual.

"En los primeros partidos nos ha ido bien", dice Pastor cuando se le advierte que, ante Francia, dos exclusiones casi consecutivas iniciadas cuando ganaba España por 2-1 y manejadas con el lateral Malmagro, con jersey de color diferente, como sexto hombre en el ataque y con el portero Barrufet en posición de esprinter en la banda, concluyeron con ventaja francesa de 8-2. "Y los goles que nos han metido

[casi todos al contraataque, uno a portería vacía, otro con Malmagro intentando tapar huecos] también habrían caído con portero fijo. El problema no ha sido ése. No nos podemos quedar en lo puntual. El problema es que hemos sido un desastre en el ataque", explica.

Pero el seleccionador reconoce que Malmagro se puso nervioso al colocarse el jersey de portero la primera vez. El lateral lo desmiente y señala al otro área para explicar la derrota. "Hemos perdido porque fallamos en el ataque", alega.