Las tres esperanzas de Coconi

La selección española de natación, compuesta por 12 mujeres y nueve hombres, aterrizó ayer en Pekín con buen ánimo. El director técnico, el italiano Mauricio Coconi, parece haber encontrado un momento de relativa calma tras dos años de conflictos. Los buenos resultados obtenidos en los Europeos de Eindhoven, en marzo, han consolidado su posición y le han dotado de una autoridad que no tenía entre los nadadores y, sobre todo, entre los dirigentes del Comité Olímpico Español y el Consejo Superior de Deportes. "La concentración que hicimos en Japón ha sido la mejor desde que soy director técnico, hace tres años", declaró al llegar al Cubo de Agua.

"No quiero contabilizar posibles medallas", aclaró Coconi, consciente de que sus mejores armas tendrán un hueso duro que roer; "lo importante no es hablar sino hacer. Vamos a participar en una competición muy difícil y creo que lo haremos bien. Pero no podemos distraernos de nuestro objetivo. No hemos de olvidar que donde tenemos nadadores de más nivel es en pruebas que han mejorado mucho en el último año".

"En espalda, estilos y 800 metros libre han aparecido grandes nadadoras"

"Erika deberá recortar su mejor marca personal, que es de 8m 24s"

Coconi observó que la principal fuerza de España reside en tres nadadoras. Nina Yivanevskaya para los 100 metros espalda, Mireia Belmonte para los 200 y 400 estilos y los 200 braza y Erika Villaecija para los 800 libre. También advirtió que las cinco pruebas que ofrecen mayores posibilidades de luchar por un podio estarán muy disputadas, debido la reciente evolución que han experimentado. "Entre las mujeres, la espalda, los estilos y el 800 son carreras en las que han aparecido grandes nadadoras que están recortando las marcas", dijo. El italiano se refirió a Katie Hoff , Stephanie Rice, Natalie Coughlin y Hayley McGregory, que han arrasado en los estilos y en la espalda. Respecto a los 800 libre aclaró que la propia Katie Hoff, la británica Rebecca Adlington y la italiana Alessia Filippi amenazarán el récord de Janet Evans, el más viejo de la natación, que data de 1989.

"Pienso que para alcanzar la final de 800 libre femenino no será suficiente con bajar de 8m 23s", dijo con aire sombrío. Esto significa que Coconi cree que Erika Villaecija deberá recortar su mejor marca personal, que es de 8m 24s, si quiere estar entre las ocho mejores nadadoras de la disciplina.

"Tenemos un equipo joven", finalizó Coconi; "pero confío en su juventud tanto como en su entusiasmo. Si quieren un escaparate para buscar nuevas metas, no hay mejor escenario que unos Juegos para entusiasmarse y demostrar lo que valen".