El Constitucional turco opta por no ilegalizar a los islamistas
Los islamistas turcos pueden ya respirar tranquilos. El temido golpe de Estado judicial contra la mayoría de los votantes acabó ayer en una advertencia política y una sanción económica. El Tribunal Constitucional rechazó por un solo voto la ilegalización del partido del primer ministro, Recep Tayyip Erdogan, vencedor en las elecciones de 2002 con el 47% de los votos.
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