La CNE aboga por más supervisión en las gasolineras
El órgano cierra la investigación sobre precios que abrió en 2007
La Comisión Nacional de la Energía (CNE) ha cerrado la investigación que abrió el 15 de noviembre de 2007 , tras constatar entonces que los precios de los carburantes (gasolina 95 y gasóleo A) se mantenían "por encima de los europeos de manera sostenida". El informe de 34 páginas aprobado la pasada semana por el consejo de la CNE no detalla irregularidades, posibles pactos o comportamientos sospechosos de las empresas. Pese a ello, el informe pone de manifiesto "la conveniencia de intensificar la supervisión del mercado de distribución de carburantes y de proponer, en su caso, medidas que fomenten un mayor grado de competencia en el mismo".
La comisión cree que cabe mejorar la competencia en cuestión de precios
Aunque el lenguaje es muy medido, el informe aprobado por la CNE, que detalla la evolución de los precios en el periodo 2003-2007, se detiene especialmente en los precios de la gasolina sin plomo de 95 octanos, para señalar que en este carburante en concreto "existe una mayor posibilidad de actuación competitiva en los precios".
En el informe de la CNE se apuntan como hechos destacados que en todo el periodo considerado (2003-2007) "los precios [de los carburantes] antes de impuestos en España son superiores a los de las medias europeas" y que el anuncio de la apertura del expediente tuvo su efecto. Efectivamente, según el informe, a partir del anuncio de la apertura del expediente "se produce una inversión del signo del diferencial [de precios]... para retomar los diferenciales positivos a partir de diciembre".
Otra conclusión importante del documento es que "las diferencias de comportamiento de los precios (con la UE) deben aparecer en los componentes locales más que en el comportamiento diferencial de los mercados internacionales". Pero tras detectar el posible origen del problema, la investigación se muestra incapaz de llegar a un resultado claro. "Los costes asociados al punto de venta y, singularmente, la retribución al canal [de distribución] son el componente con mayor participación en el incremento de costes del periodo", señalan los investigadores. Pero hay un problema. "Hay que recordar", puntualizan, "que no se dispone de datos de esta variable en la UE-14, lo que impide, por tanto, llegar a conclusiones sobre si la evolución de este componente es la causante de la apertura de diferenciales [de precios]".
La apertura del expediente informativo en noviembre de 2007 (con los precios del gasóleo y de la gasolina sin plomo en torno a 1,075 euros el litro) provocó entonces una reacción airada de las empresas distribuidoras. Desde la Asociación de Operadores de Productos Petrolíferos (AOP), su presidente, Dominique de Riberolles, negó la existencia de hipotéticos pactos sobre precios. Riberolles sostuvo que el sistema de precios en España es "moderno" y "abierto" y pidió a la CNE que realizara una comparación de precios "de fondo" con los países de la UE. "Los precios en España son iguales o muy parecidos" a los del resto de Europa, concluyó Riberolles. El cierre de la investigación de la CNE coincide con un momento de precios récord de los carburantes. En lo que va de año -y pese a las bajadas registradas en los últimos días-, el precio de la gasolina sin plomo de 95 octanos ha subido más del 13%, mientras que el gasóleo de automoción se ha encarecido en un 21%.
Con el mercado del petróleo inestable, los analistas coinciden en que en los próximos meses, la tendencia de precios será a la baja. La contracción de la demanda en las principales economías, incluidas las emergentes, puede estabilizar los precios del barril de petróleo. Si esa estabilidad se consolidara, los precios de los carburantes deberían seguir la tendencia y abaratarse. Pero en un contexto incierto, sólo son posibilidades.
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