Los gitanos vuelven a O Vao tras 9 meses de peregrinaje
Vicepresidencia los alojará en un "poblado de transición"
Las tres familias de O Vao (Poio) expulsadas de Monte Porreiro (Pontevedra) por la presión vecinal regresarán de inmediato al entorno del poblado chabolista tras nueve meses con la maleta a cuestas. Éste es el fruto de un trabajo "intenso" por parte de la Comisión Permanente de Integración que coordina Vicepresidencia de la Xunta y que ayer confirmó, como única alternativa viable en estos momentos, la vuelta a su lugar de origen, ahora, como inquilinos en un "poblado de transición".
Hace nueve meses, en noviembre de 2007, estas tres familias de etnia gitana (junto a otras tres, dos se han instalado en Ponte Caldelas y otra en Marín) abandonaban el poblado chabolista tras hacerse efectivo el derribo de sus viviendas ilegales. Iniciaron entonces una peregrinación que les llevaría -con abuelos, niños y pertenencias a cuestas-, primero, a un camping de Sanxenxo, del que fueron expulsados por el propietario a las 24 horas; se dispersaron entonces entre las chabolas de familiares y varios hoteles para mudarse, después de 2 meses, al barrio de Monte Porreiro, donde sufrieron el rechazo frontal de los vecinos. Terminaron yéndose de nuevo. Esta vez a un hotel.
Esta misma semana, Vicepresidencia ponía sobre la mesa una última oferta: volver a O Vao. Idea que, por cierto, fue defendida siempre, sin mucho éxito, por el alcalde de la villa, Luciano Sobral (BNG).
Las familias, aún con las llaves de sus pisos de Monte Porreiro en la mano, pidieron entonces plazos y garantías, además de la posibilidad de que uno de los clanes (por los problemas de movilidad de la matriarca) regresara al barrio pontevedrés. La Xunta se negó a esto último aunque sí estableció un plazo de dos años máximo antes de plantear a las familias una oferta de compra sobre una vivienda de la que deberán abonar "un 20%", según detalló el portavoz de Pueblo Gitano, Sinaí Giménez. Ayer, tras firmar en Vigo los nuevos contratos, los representantes de los clanes calés hacían entrega de las llaves de los pisos de Monte Porreiro.
El departamento de Anxo Quintana ha bautizado como "poblado de transición" las dos casas (cada una con su parcela y una de ellas de dos plantas) donde se instalarán las familias en régimen de alquiler la semana próxima. Se trata, según la Xunta, de una medida temporal que permitirá aplicar "actividades de socialización" y de introducción al mercado laboral antes de su acceso a una vivienda definitiva. Actuación que ya ha tenido respuesta de la asociación de vecinos de O Vao, liderada por Carmen Esperón, al solicitar el precinto de las dos casas por estimar que no están escrituradas y que, por tanto, no se pueden vender.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.