José María Entrecanales, figura clave en el cambio empresarial
Doctor ingeniero de caminos, era presidente de honor de Acciona, grupo que contribuyó a crear
Cuando a José María Entrecanales le preguntaron qué le parecía el ministro de Fomento, a la sazón Francisco Álvarez-Cascos, respondió con una sabiduría proverbial: "Me parece el mejor hasta que llegue el próximo". Corrían entonces los primeros años de este siglo y el país estaba gobernado por el PP. Entrecanales ya no tuvo más ministros con los que aplicar la filosofía del constructor, de la que hizo mandamiento: no casarse con nadie y estar bien con el poder, que es el que da las obras públicas. La inició su padre con el franquismo; la continuó él, junto a su hermano Juan, con UCD, durante la época de Felipe González y con el PP; y, desde 2004, la mantiene su hijo José Manuel, al que cedió el mando cuando un accidente de caballo le dejó paralítico.
José María Entrecanales Azcárate falleció ayer en Madrid, a los 75 años, donde había nacido en 1933. Estudió para ingeniero de caminos (como no podía ser de otra forma). Se licenció en Ingeniería de Caminos, Canales y Puertos por la Escuela de Madrid en 1958 y se doctoró en 1969. Tenía seis hijos de su primer matrimonio con Blanca Domecq y estaba casado por segunda vez con María Marsans. Era muy aficionado al golf, la vela y la hípica. Era miembro del comité de la Fundación de Ayuda contra la Drogadicción y participaba en muchas tareas filantrópicas. En términos generales, era muy reacio a la prensa, contrario a las entrevistas y escueto en las informaciones.
Venía de una familia ilustrada y empresarial por varios costados. Su padre, José Entrecanales Ibarra, hijo de un médico cántabro y de una bilbaína, catedrático de caminos, se casó con una descendiente de Gumersindo Azcárate, lo que le entroncó con la Institución Libre de Enseñanza. Entrecanales Ibarra fundó, junto a Manuel Távora, la compañía constructora que fue el inicio del imperio empresarial actual, en 1931, en plena Segunda República. Dos años después nacería su primer hijo, José María.
En la Guerra Civil, el fundador de la saga empresarial fue detenido por el bando franquista junto a su cuñado Justino Azcárate, pero, al contrario de éste, fue puesto en libertad a los cinco días. "Es que yo estoy en el fondo de la caverna a mano derecha", le dijo Entrecanales, que nunca se había metido en política, pero que tenía influencias.
Declaración de principios
Fue una declaración de principios que siguieron sus hijos, a los que entregó el mando de la compañía al final de la dictadura. José María, como presidente, y Juan, como vicepresidente (también dimitió en 2004 y dejó su puesto a su hijo mayor). El tándem mantuvo esa filosofía, alejado de la actividad política, aunque ligado a las corrientes liberales de Joaquín Garrigues.
En la empresa, José María Entrecanales fue un innovador, muy activo y preocupado por los métodos modernos, fruto de lo que logró crear un grupo diversificado y con presencia internacional. La compañía, que tuvo su primer gran contrato en la construcción de las bases de Estados Unidos en España, saltó al mundo y se convirtió en grupo. Ha participado en el lanzamiento del cohete europeo Ariane, el puente Ting Kau de Hong Kong, el metro de Bangkok, tras levantar la sede del Banco Bilbao en Azca (Madrid) e intervenir en el estadio de Montjuïc, la Expo de Sevilla, el Museo de Ciencia de Valencia, entre otros.
En la historia, José María Entrecanales aparece como una de las figuras claves de la transición empresarial de este país, que corrió paralela a la política en tiempos de UCD. De aquellos tiempos son la creación de la Asociación para el Progreso de la Dirección (APD) y el Círculo de Empresarios, en los que tuvo un papel determinante, junto a otros empresarios de parecido perfil que querían pasar la página del franquismo.
También fue uno de los impulsores, ya en 1990, del Instituto de Empresa Familiar, que presidió en 2005, cuando ya había dejado la presidencia de la empresa. Se le integró también, junto a su hermano Juan, en la denominada beautiful people, aquel grupo de empresarios y ejecutivos de élite que mantuvo una estrecha relación con el Gobierno socialista de Felipe González y en el que estaba el también constructor Rafael del Pino, propietario de Ferrovial, con quien los Entrecanales mantuvieron una casi eterna rivalidad.
El destino ha unido a estos dos leones de la empresa en dos desenlaces postreros. Un accidente les dejó paralíticos en el verano de 2004 (Entrecanales tuvo un accidente hípico; Del Pino, en un barco dando la vuelta al mundo) y los dos han fallecido con un mes de diferencia (Del Pino murió el 15 de junio).
El episodio más llamativo de la lucha empresarial entre las constructoras fue la disputa que tuvieron por el control de Cubiertas y MZOV. Al final, fue Entrecanales el que ganó en el empeño, que dio lugar, tras la fusión de ambas en 1997, a Acciona, el actual grupo que desde su creación se diversificó a otras áreas, como las telecomunicaciones, los servicios y la energía.
La irrupción al mundo de las telecomunicaciones la vivió en primera persona. Participó en la constitución de Airtel, con la que dio un verdadero pelotazo con la venta a Vodafone. La entrada en energía, sin embargo, la vio desde la barrera, dejando al que sería su sucesor que llevara las riendas, primero de la apuesta por renovables y después, retirado como presidente de honor, con la adquisición de Endesa junto a la italiana Enel. José Manuel Entrecanales tendrá, precisamente, que aplicar muchas de las enseñanzas de su padre para arreglar los entuertos que mantiene con los italianos.
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