Ripoll planta cara a Camps y opta a la reelección

El presidente del PP provincial y de la Diputación de Alicante, José Joaquín Ripoll, volvió ayer a convertirse en el verso suelto de Francisco Camps. El día en que el presidente de la Generalitat se disponía a disfrutar de una merecida jornada de asueto en las hogueras de Alicante tras el tenso congreso nacional del PP, Ripoll aprovechó su presencia para anunciar su precandidatura a la reelección como presidente provincial.

"Hay algunas cosas que eran innecesarias", dice el líder de Castellón

El anuncio de Ripoll, cuyos seguidores se alinearon el pasado fin de semana con las tesis de Esperanza Aguirre y José María Aznar en el congreso del PP, hizo saltar por los aires la monotonía de las valoraciones triunfalistas por parte de la dirección regional del partido y los distintos miembros del Consell. El presidente provincial del PP de Alicante aprovechó los momentos previos a la mascletà de las Hogueras de San Juan, a la que asistió Camps -acompañado por parte del Gobierno valenciano, la presidenta de las Cortes y el alcalde de la ciudad-, para anunciar su intención de "seguir pilotando" la dirección provincial del partido.

"Voy a pedir el apoyo de los compañeros de partido, que son los que ponen y quitan, como ha ocurrido en el congreso de Valencia y como ocurrirá en cada una de las regiones y cada una de las provincias", recalcó Ripoll.

La declaración de Ripoll se produce cuando ni siquiera hay fecha convocada para el congreso provincial. Antes tendrá que celebrarse el regional, que previsiblemente tendrá lugar en octubre o noviembre. Además, tras la reforma de los estatutos del PP aprobada este fin de semana en Valencia, Ripoll partirá, como cualquier otra persona que se presente, como precandidato y necesitará como mínimo el apoyo del 20% de los compromisarios elegidos para el cónclave provincial.El presidente provincial del PP de Alicante, José Joaquín Ripoll, no fue el único que extrajo consecuencias del congreso celebrado en Valencia, que ha reforzado el poder de Camps tanto dentro como fuera de la Comunidad Valenciana. El presidente de la Diputación de Castellón y del PP provincial, Carlos Fabra, compareció para valorar el cónclave y no dudó en criticar el discurso de José María Aznar, después de que Mariano Rajoy decidiese barrer a los críticos de la dirección del partido.

Fabra pretendió ayer que la ambigüedad con la que mostró su apoyo a Rajoy y los flirteos con la supuesta oposición a éste quedaran totalmente desvanecidos. El presidente del PP de Castellón, que ha dejado de ser imprescindible para la estabilidad orgánica de Camps, se olvidó de los tiempos en que ejercía de cicerone estival de José María Aznar y Ana Botella en Oropesa y criticó la intervención del presidente de honor del PP. Para Fabra algunos de los planteamientos de Aznar fueron "innecesarios". Con un discurso más moderado que de costumbre, Carlos Fabra se mostró favorable a la negociación con los nacionalistas vascos.

Respecto a la exclusión de Juan Costa de la dirección nacional del PP, Fabra sentenció: "Es normal que no se cuente con los que han manifestado que el candidato no les generaba ilusión".

Para Carlos Fabra, el congreso fue perfecto y Rajoy obtuvo un respaldo (84%) que a él le encantaría en caso de haberse presentado y como muestra de la dificultad de obtener tan gran respaldo recordó que Camps "obtuvo menos votos en el último congreso [regional] a pesar del éxito electoral en la Comunidad Valenciana".

Por su parte, el secretario regional del PP y portavoz en las Cortes Valencianas, Ricardo Costa, volvió ayer a ser elogiado por su trabajo en la organización del congreso (en la clausura Rajoy y Camps le agradecieron el trabajo). Costa aseguró ayer que ahora "no es el momento de hablar de personas, ni de problemas, ni de situaciones personales, sino de futuro y de ideas" y que el PPCV "sale reforzado".