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Reportaje:EUROCOPA 2008 | La gran sorpresa turca

Terim, el filósofo

El seleccionador de Turquía, que ha logrado tres remontadas en los últimos minutos, motiva con máximas a sus futbolistas

Pese al aspecto de ligón de playa: brazos en jarras, camisa blanca abierta y arremangada, piel bronceadísima, Fatih Terim, de 53 años, es un filósofo reputado. Al menos, en el vestuario de Turquía, en el que sus máximas son recibidas con entusiasmo. "Nada es imposible. Los milagros toman su tiempo", proclama Terim, al que se le escapa la risa floja de vez en cuando porque se trata de un hombre feliz. Acaba de eliminar a Croacia y de clasificar a Turquía para la semifinal ante Alemania. "Éste es un equipo joven que cree en sí mismo y no teme a nadie", alega Hamit Altintop, centrocampista del Bayern. Y, aunque Turquía llega a las semifinales en cuadro por las bajas (segura la del joven talento Arda Turan por sanción, probable la del capitán Nihat por lesión), la selección otomana jugará el miércoles en Basilea con la fuerza de lo imprevisible de su lado.

"Les digo a los jugadores que nunca tengan miedo a perder y nunca se rindan"
"Lo importante es llegar a su alma. Siempre deben estar hambrientos"
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"Les digo a los jugadores que nunca tengan miedo a perder y que nunca se rindan", abunda Terim, convencido de que, tras remontar en los tres últimos partidos marcando en los minutos postreros, su equipo tiene "algo especial". En eso coincide con su última víctima, el entrenador de Croacia, Slaven Bilic, que admite: "Es el tercer partido que Turquía gana en estas circunstancias. Tiene algo más que necesitas en el fútbol".

Algunos lo llaman suerte. Otros, una fe fanática. Turquía ha marcado cuatro de sus seis goles en los últimos minutos. En los momentos de mayor dramatismo, Terim galvaniza a sus chicos hacia la victoria. Ante Suiza, Turan marcó en el descuento el gol definitivo (2-1); frente a la República Checa, Nihat anotó dos tantos en los tres minutos finales (3-2), y frente a Croacia, el suspense fue insuperable: Klasnic adelantó a los croatas en el último suspiro de la prórroga, Semih Senturk empató segundos después y, en los penaltis, Rüstü paró uno a Petric después de que Modric y Rakitic dilapidaran los suyos. A continuación, Terim buscó a Bilic, abrió los brazos y las palmas de las manos y le mostró su compasión, la compasión del vencedor.

Terim siempre fue un pionero. Acostumbrado a romper barreras, instó a los futbolistas de su país a que salieran al extranjero después de que, en la Eurocopa de Inglaterra 1996, dirigiera a un grupo que no ganó ni un solo partido. También impulsó un programa de ojeadores en Alemania para atraer a los hijos de los inmigrantes. Fue el primer turco que entrenó en el extranjero. Y, mucho antes, cuando era un adolescente, dejó el instituto para dedicarse completamente al fútbol. Se convirtió en central del Demispor y era el único que tenía un sueldo y lo cobraba a escondidas. "Era tan rápido y jugaba con tanta excitación que nadie podía seguirme", cuenta de su etapa de futbolista, de 1974 a 1985, 51 veces internacional. Ya en su primer partido como capitán, les soltó un discurso encendido a los compañeros y se marchó corriendo tan enardecido que salió al campo solo. Nadie le había seguido.

Ahora, todos le siguen y le llaman El Emperador. Cobra 103.000 dólares mensuales (casi 66.000 euros) y su salario fue discutido en el Parlamento. Ésta es su segunda etapa como seleccionador. Dirigió a Turquía en 1996, antes de ganar la Copa de la UEFA con el Galatasaray (2000). Entonces pagaba de su bolsillo a los jugadores si no recibían la paga del club. Triunfó en el Fiorentina con su fútbol agresivo, pero sólo pasó cinco meses en el Milan.

Terim da conferencias sobre motivación de grupos. Aunque a veces la estimulación pueda escapársele de las manos: sus jugadores y los suizos se enzarzaron en Estambul en una pelea en el túnel de vestuarios en un partido de repesca para el Mundial de Alemania 2006.

Ésta es la primera vez que Turquía alcanza las semifinales de una Eurocopa, igualando su máximo logro, un tercer puesto en el Mundial de 2002. ¿Qué les dijo Terim a sus futbolistas tras el gol de Klasnic? "Le dije a Arda que recogiera el balón de la portería y a los centrales que subieran a rematar de cabeza", explicó; "lo importante es llegar al alma del jugador en cada entrenamiento. Siempre deben estar hambrientos".

Terim da instrucciones a sus jugadores durante el Croacia-Turquía.
Terim da instrucciones a sus jugadores durante el Croacia-Turquía.REUTERS

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