"El año pasado, Honda no se daba cuenta de la realidad"
Hace un año, el binomio Casey Stoner-Ducati pilló a trasmano a toda la MotoGP. El australiano (hoy arranca primero en Montmeló), que hasta ese momento era conocido como Rolling Stoner porque se pasaba más tiempo rodando por el suelo que encima de su montura, arrasó: ganó 10 carreras de 18. Valentino Rossi (noveno) y Dani Pedrosa (segundo) debían batirse en el duelo por el título, pero, en vez de eso, sufrieron las consecuencias del gatillazo que sobrevino a Michelin. Yamaha y Honda no pudieron hacer más que aplaudir la escapada de su rival, que se proclamó campeón a tres carreras del final.
Seis meses después, el panorama ha dado un vuelco descomunal y, mientras Stoner las pasa canutas subido a la misma máquina que le llevó al trono, Rossi se ha enchufado (es el líder del Mundial tras ganar las tres últimas carreras) mientras que Pedrosa (segundo) intenta explicar tanta turbulencia.
"No soy tan agresivo como otros, pero no estoy incómodo en el cuerpo a cuerpo"
"La frenada es uno de mis puntos débiles. Es cuestión de confianza"
"Fuera de la moto, soy tranquilo. Eso se refleja cuando compito"
"Lorenzo aprende rápido, aunque le falta experiencia. Lo está haciendo muy bien"
Pregunta. ¿Cuál es su versión de lo que ha ocurrido en este último medio año?
Respuesta. Aún no he llegado a entender lo que ha pasado, pero tampoco me he parado mucho a pensarlo. La cosa ha cambiado, no hay mucho más. Hay que seguir adelante.
P. ¿Está pagando Honda el retraso que sufrió en 2007?
R. Es muy importante no precipitarse. Es mejor tener la moto perfecta un poco más tarde que cagarla totalmente. Pero, claro, al mismo tiempo, cuando estás esperando las mejoras, piensas: "Sí, no la caguemos, pero dale caña, que hay que irse".
P. De todas formas, en la pista se le ve mucho más suelto esta temporada.
R. El chasis ha evolucionado mucho respecto al de la pasada. Entonces, la moto no paraba de moverse y eso afectaba a los neumáticos, que se fundían muy pronto. En cambio, el prototipo actual me ofrece más seguridad a la hora de frenar. Todo eso también ayuda a que los compuestos aguanten. Además, físicamente, me exige menos.
P. Sin embargo, en las frenadas agresivas, la moto aún le zarandea...
R. Sí, es verdad, pero creo que puede deberse a mi tamaño [1,60 metros y 51 kilos] porque, por ejemplo, a Hayden [1,73 metros y 69 kilos] no le suelta esos meneos.
P. Lleva desde que comenzó la temporada pidiendo que su moto gane velocidad punta. ¿Cómo se explica que Honda, la marca más poderosa de MotoGP, tarde tanto en complacerle?
R. (Se ríe y se encoge de hombros) A mí no me lo pregunte...
P. ¿Qué piensan los japoneses?
R. Tienen ganas. Aunque ahora no lo parezca, Honda siempre ha tenido la mejor moto, y de largo. Con este prototipo casi estamos ahí delante como el año pasado. Ahora nos falta conseguir ese casi.
P. Sus detractores afirman que siempre trata de evitar el cuerpo a cuerpo. ¿Es cierto?
R. Quizás no he sido tan agresivo como otros, pero nunca me he sentido incómodo en el cuerpo a cuerpo. Eso forma parte del carácter de cada uno. Fuera de la moto, soy muy tranquilo. Eso se refleja cuando compito. Pero, como piloto, tengo que ser versátil, tengo que ser bueno en todo. Si las circunstancias me lo requieren, debo poder disponer del cuerpo a cuerpo. Pero eso no quiere decir que en la tercera vuelta vaya a meterme en una pelea que no me llevará a ningún sitio. Sólo lo haré si realmente lo necesito.
P. ¿Entonces, por qué no entra al trapo más a menudo?
R. De momento, la frenada es uno de mis puntos débiles. Sé que tengo que mejorar en ese aspecto.
P. ¿Es una cuestión de confianza?
R. Evidentemente. En esas circunstancias, estás frenando a tope, con todo el apoyo concentrado en la parte delantera, con mucha carga, velocidad..., y, además, hay poco espacio.
P. En 2007 parecía enfadado porque la fábrica no le hacía mucho caso. Sin embargo, en la primera carrera de este curso dijo haberse dado cuenta "de la magnitud de las siglas HRC (Honda Racing Corporation)". ¿Qué le ha hecho cambiar de opinión?
R. El año pasado, Honda no entendió lo que pasaba. Había una transición. Ducati y Stoner estaban ganando a todas las demás marcas y Honda no se daba cuenta de la realidad. ¿Qué es lo que ha cambiado? Pues que ahora la gente ha entendido que no se puede aceptar algo como aquello. Necesitamos volver a mandar.
P. A nivel filosófico, su respuesta es impecable, ¿pero cómo se traduce todo eso a la práctica?
R. Pues no lo sé porque no estoy en Japón, pero el que tenga que hacer algo que lo haga. En lo que a mí respecta, lo hago: si necesito más horas de entrenamiento, las hago; si necesito emplearme más en otro campo, también. Más, más y más...
P. Desde que llegó a la MotoGP, en 2006, parece que todo se le ha girado en contra. Hace dos temporadas se cayó en el peor momento y se destrozó una rodilla. El año pasado, con Rossi en apuros, apareció Stoner y lo alborotó todo. Ahora, Rossi vuelve a estar a tope y, además, ha aparecido Jorge Lorenzo...
R. En la vida pasan cosas y no puedes pararte a pensar: "Estoy teniendo mala suerte" o "se me gira todo del revés". Creo que sí, que todo eso ha pasado. Pero, si uno tiene un objetivo, debe pensar: "Vale, está pasando, lo sé, pero sé adónde quiero llegar y tengo que seguir en esa dirección".
P. Usted repite una y otra vez que no tiene ningún problema con Lorenzo. Pero en Portugal ganó él y usted entró segundo, pegado a su cogote. Al cruzar la meta, se le vio dar un puñetazo al depósito de su moto que casi se rompe la mano. ¿A qué respondió el golpe?
R. A que hicimos las cosas mal. Me quedé corto de desarrollo en la recta y eso fue un grave error porque en todo momento perdía tiempo en el primer parcial. Y en China volvió a pasar lo mismo.
P. Realmente, ¿esperaba que Lorenzo comenzara tan fuerte en su primer año?
R. Tras los entrenamientos, ya supimos que iría rápido. En todos los ensayos era de los primeros. Lo mismo ocurrió cuando probó los neumáticos de clasificación. Pero, a la vez, en MotoGP hace falta mucha experiencia y Lorenzo aún no la tiene. Está aprendiendo rápido y, aunque acaba de llegar, lo está haciendo muy bien.
P. ¿Qué opinión le merece que haya corrido las dos últimas carreras físicamente tocado?
R. Yo sí que sé lo que es estar jodido físicamente.
P. Siempre ofrece una imagen de seguridad tremenda. ¿Cuál ha sido el momento de más inseguridad desde que compite en MotoGP?
R. El año pasado, a mitad de temporada, cuando sufrimos tanto por culpa de los neumáticos y la moto. Avanzaba el campeonato y no conseguíamos salir del agujero. Nos ganaban las Suzuki y ni siquiera conseguíamos colocarnos cerca de los primeros. Estábamos lejos de pilotos de menos nivel y nos superaban con mucha facilidad. Era uno de esos momentos en los que uno piensa: "Pero, bueno, ¿qué está pasando? ¡Esto no puede ser!".
P. ¿Siempre está tan convencido de que su opción es la correcta?
R. Tampoco hay que ser un cabeza cuadrada. Uno debe ser inteligente. No porque yo crea una cosa tengo que darme contra la pared: ¡pum, pum! Sin embargo, me refiero a temas en los que estoy convencido de que son como yo digo.
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