Arte y fútbol llenan Suiza

La habitualmente serena Basilea vive en estos días su momento de gloria. A los 55.000 visitantes de Art Basel, la más importante feria mundial de arte, se suman desde ayer los miles de aficionados al fútbol que comienzan a llegar en oleadas a la ciudad del Rin. Una ciudad en la que encontrar una cama de hotel es simple y llanamente una misión imposible.

Pero Suiza se ha preparado con rigor para su gran cita de hoy en el estadio St. Jakob Park, imponente obra de los arquitectos locales Herzog y De Meuron, con capacidad para 42.500 espectadores. Para los que no dispongan de entradas, el partido inaugural en Basilea de esta Eurocopa podrá ser seguido en directo gracias a unas gigantescas pantallas instaladas en los puentes que cruzan el Rin y en zonas especiales como la plaza del Münster y diversos parques y espacios públicos, aunque el mal tiempo imperante toda esta semana hace prever un partido pasado por agua. La lluvia no impidió a 3.000 personas presenciar los primeros entrenamientos del equipo nacional de Francia que tuvieron lugar el jueves en Châtel Saint-Denis.

Aparte de las espectaculares y omnipresentes pantallas, Suiza ha puesto el acento en una seguridad máxima. Más de 30.000 efectivos serán movilizados, combinando fuerzas de policía, del ejército suizo, agencias privadas, protección civil y voluntarios, a los que se suman 600 oficiales alemanes y más de 300 franceses, mientras que la fuerza aérea suiza controlará los cielos gracias a helicópteros y aviones robot.

Los equipos nacionales serán igualmente acompañados de agentes de policía especializados en la prevención del hooliganismo. Para estos alborotadores, los suizos han previsto ya centros de detención temporales en gimnasios y escuelas o espacios como el GESA de Ginebra, más grande que un campo de fútbol y compuesto de 54 celdas de seis metros cúbicos con capacidad para cuatro detenidos en cada una. Las medidas de represión de los hooligans van desde una prohibición de acercarse a los estadios hasta el arresto por 24 horas. El costo de las medidas de seguridad asciende a más de 50 millones de euros, que se reparten entre el Gobierno federal y los cantones de Zúrich, Ginebra, Berna y Basilea, ciudades sede de los encuentros.

Las autoridades helvéticas esperan la llegada de los presidentes de la UEFA y la FIFA, Michel Platini y Joseph Blatter, respectivamente; el presidente italiano Silvio Berlusconi; el primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan; el presidente francés, Nicolas Sarkozy; el presidente austriaco, Heinz Fischer, o el presidente de la Comisión Europea, el portugués José Manuel Barroso. Según comenta la prensa local, a pesar del interés de Barroso en asistir en Ginebra al partido Portugal-Turquía, sus asesores le habrían desaconsejado ir al encuentro para "no herir susceptibilidades" en un momento difícil en las relaciones entre Turquía y la UE.