... al incendio libanés
Wajdi Mouawad se estrena en España con un texto sobre la guerra
"En un mundo occidental donde reina una creciente irresponsabilidad ante las palabras y los símbolos, el teatro puede, como cualquier otra forma de belleza, volverse un espacio donde el despertar aún es posible, donde todavía está permitido escapar, juntos, espectadores y actores, de la somnolencia de lo cotidiano: intentar despertarnos de nuestra vida adormecida".
Así habla del teatro Wajdi Mouawad, un autor libanés, que pasó parte de su infancia en París y que se ha dado a conocer al mundo desde Canadá, donde reside. Convertido en un reconocido dramaturgo y director, nunca se había estrenado en España, donde hoy llega con su obra Incendies al teatro Español (hasta el 8 de junio), puesta en pie con la compañía Théâtre Abé Carré Cé Carré y sus nueve actores.
El montaje (en francés con sobretítulos) cuenta la historia de una mujer que al morir deja a sus hijos gemelos un traje de tela verde, un cuaderno rojo y dos sobres, que son dos auténticas cajas de Pandora de las que surgen todo tipo de males y maravillas.
La obra Incendies, segunda parte de su tetralogía, explora los traumatismos y los tormentos de las guerras contemporáneas (Oriente Próximo), relacionándolos con historias muy antiguas de odiseas, de incestos y de revueltas de la conciencia individual contra las leyes humanas.
El mensaje de Wajdi Mouawad sugiere que en Líbano el odio es un instrumento de identificación personal a través de la religión y la caduca cultura comercial americana.
Mouawad nació en Líbano en 1968, siendo, en sus propias palabras, libanés de infancia, francés de forma de pensar y quebequés en su teatro. Forma parte de la nueva generación de figuras del teatro que están transformando la escena francófona gracias a una gran fuerza imaginativa y a una escritura de extraordinaria calidad.
"Si tuviera un saco para golpear no escribiría más", dice este hombre, que ha fundado varias compañías de teatro, siempre con el objetivo de celebrar el lenguaje y las ideas y hacerlos viajar. Tiene una compañía en Quebec y otra en París, convertidas hoy en banderas emblemáticas de su aventura teatral.
Su texto más conocido es Litoral, que ha sido llevado al cine por él mismo en 2004 y por el que recibió el Premio Molière al mejor autor francófono. Además de poner en pie sus textos, también dirige a otros autores como Shakespeare, Sófocles, Eurípides, Frank Wedekind, Pirandello, Chéjov o Cervantes con su Don Quijote.
El dramaturgo señala que en Incendies el teatro, como obra de arte, rima con piromanía. "La obra está aquí, en este espectáculo visto como un fuego que obliga al inquilino que hay en mí a darse a conocer. Planteo la obra de arte como un gesto de guerrero que libra en mí un combate en el que yo soy a la vez el terreno, el enemigo, el arma y el combatiente".
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