El presidente del baloncesto medita echar a Pepu

"Se están produciendo circunstancias que no me gustan", "voy a reflexionar sobre lo que ha pasado" o "hablaré con la gente que me rodea, pero la decisión la tomaré yo". Ésas fueron algunas de las frases de José Luis Sáez, el presidente de la Federación Española de Baloncesto, anoche en el programa El Larguero, de la cadena SER, a propósito del nuevo enfrentamiento con Pepu Hernández, el seleccionador nacional, cuyo futuro como tal está en el aire no ya para después de los Juegos Olímpicos de Pekín, sino incluso para antes de los mismos.

La semana pasada se había cerrado aparentemente el debate sobre la continuidad hasta después de la cita china de Pepu, el técnico que hizo campeona mundial a España. Pero ayer se reabrió con toda crudeza la posibilidad de que sea destituido de inmediato.

Pepu había sido convocado a una reunión en la tarde de ayer con el gabinete técnico de la federación, compuesto por Ángel Palmi, director deportivo; Chus Bueno, director general, y el propio Sáez. Había que tratar diversos asuntos relacionados con la selección. Sin embargo, no asistió a la misma porque tenía que dar una conferencia en Sevilla. Pepu adujo que ya había advertido de que el encuentro podía ser por la mañana o cualquier otro día, pero que no podía faltar a ese compromiso. Como no se le dio una respuesta clara, siempre según su versión, entendió que finalmente quedaba aplazado. Sáez, muy molesto por su proceder, desmintió que se hubiera pospuesto o que él pudiera creerlo.

A principios de mayo, Pepu ya anunció su intención de dejar de dirigir al conjunto español tras los Juegos. Eso supuso que incluso se plantease que dejara de hacerlo ya. Sin embargo, tras reunirse, Sáez y Pepu comparecieron en un acto público para la presentación del uniforme de la selección y transmitieron la normalización de sus relaciones. Ahora se han vuelto a quebrar.