_
_
_
_

Vivenda acepta reubicar a gitanos en Lugo ante las presiones vecinales

La Xunta distribuirá por toda la ciudad a 14 familias de chabolistas

Reubicación y dispersión por diversos puntos de la ciudad. Ése es el acuerdo que alcanzaron ayer la Consellería de Vivenda y el Ayuntamiento de Lugo con los vecinos del barrio de A Ponte que se oponían a la adjudicación de 25 pisos protección oficial. El acuerdo, al que se sumaron asociaciones que trabajan por lo integración de los gitanos, prevé que 14 de las 25 familias que obtuvieron viviendas se reubiquen por distintos puntos de la ciudad.

Al final, la presión vecinal logró sentar por primera vez en una mesa a representantes de la Consellería de Vivenda (delegado provincial y director general del Instituto Galego da Vivenda) y del ayuntamiento (con el alcalde, José López Orozco, a la cabeza), así como dirigentes vecinales de las zonas afectadas y de los colectivos que trabajan con esta minoría étnica (Fundación del Secretario Gitano y Asociación para la Promoción e Integración del Pueblo Gitano).

Los representantes de Vivenda reconocieron que es la primera vez que una lista de adjudicatarios de viviendas sociales elaborada por un ayuntamiento concede el 43% a familias gitanos. Todas las partes coincidieron en que de ese modo no se favorece la integración, por lo que aceptaron la propuesta de la Consellería de reubicar a 14 de las familias en otros barrios de la ciudad, contando siempre con su consentimiento. "Es necesaria una implicación de todos y redoblar los esfuerzos para evitar cualquier tipo de actitud o declaración discriminatoria", afirma un comunicado suscrito por todas las partes.

El director general del Instituto da Vivenda , Daniel Pino, el alcalde de Lugo y el presidente de los vecinos de A Ponte, José Antonio Vázquez, coincidieron en que el conflicto "entró en vías de solución". Vivenda sufragará la mayor parte del coste de adquisición de los nuevos pisos, que se encargará de buscar el ayuntamiento.

También Eva Vera, coordinadora de la Fundación del Secretariado Gitano, reconoció que la solución es "estupenda", pero admitió la dificultad que puede suponer su ejecución. "Es difícil la propuesta y depende de la disponibilidad y predisposición de las familias para aceptar una reubicación", subrayó. "Tienen un derecho adquirido y me imagino que albergarán sus dudas", agregó Vera.

Los habitantes del poblado chabolista de O Carqueixo sólo quieren salir de allí cuanto antes. Carmen Montoya, adjudicataria de una de las viviendas sociales, vive allí con su familia, integrada por siete personas que van desde padres a nietos, y está dispuesta a aceptar un cambio de zona. Pero antes se lo tendrá que explicar Manuel Vila, representante de la Asociación para la Promoción e Integración del Pueblo Gitano, que participó en la reunión de ayer. Vila se mostró satisfecho con los resultados de la negociación.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

"Queremos llevarnos bien con los payos y lo podemos hacer", afirmó Carmen, quien no ocultó que no le desagradaría contar con una vivienda en otro lugar. Tampoco entiende "lo de los vecinos de A Ponte" porque está convencida de que payos y gitanos se pueden entender.

Con todo, quiere saber "lo antes posible" donde se irá a vivir, porque de O Carqueixo está cansada. "Esto no reúne condiciones. Aquí estamos muy mal y un piso es mucho más sano y más limpio", enfatiza Carmen, quien espera conocer algo concreto en el próximo mes de junio, porque, de momento, tampoco sabe si su vivienda está en A Ponte o en la calle Aquilino Iglesia Alvariño.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_