Días de mayo
Sábado noche. En Canal 2 Andalucía repaso El sirviente de J. Losey, una imponente película de 1963 con guión del dramaturgo Harold Pinter. A medida que avanza el film (y vuelvo a comprobar su increíble precisión en el análisis de un tema político eterno, el de la relación amo/esclavo), caigo en la cuenta de algo: ¿qué no dirían sobre El sirviente todos los que en las últimas semanas han escrito tantas tonterías sobre Mayo del 68? La liquidación del menor rastro de la inteligencia crítica anterior a la era Reagan está poniendo al borde del ridículo a intelectuales cejialtos que buscan ahora la legitimidad de su escritura en la denostación de algo que está siendo objeto de malentendidos interesados. Hemos pasado de una época en la que todo el mundo aseguraba haber estado arrancando adoquines en las calles de París, a otra en la que todo el mundo tenía ya clarísimo, aquel mismo mes de mayo, que aquello era una aberración totalitaria. Veo eso, que la descalificación de una interpretación ingenuamente encomiástica de aquella década de los sesenta generalmente es una operación facilona que se salta el análisis detenido de aquellos acontecimientos tan complejos (es muy fácil montar una requisitoria con cuatro excesos de Godard) y que no tiene más objetivo que una apología del presente, una impúdica acomodación a lo políticamente correcto. Me apetece recomendar a esas plumas tan brillantes alguna lectura de fondo; para no pasarme de rosca, me limito a invitarles a consultar en cualquier biblioteca el análisis de Mayo del 68 de Edgar Morin y Cornelius Castoriadis, publicado en el número 27 de la revista valenciana Debats, de septiembre de 1987. Hay gente que era ya inteligente hace muchos años. Y volviendo a Losey: ojalá pasaran también en Canal Sur Accidente o El mensajero.
Domingo noche. En el Regreso al futuro de Paco Lobatón sale Al Bano, que dentro del programa hace publicidad de sus vinos y restaurantes. Luego sale el peluquero Rupert, que vuelve a contar su pelea con Carmina Ordóñez y dice que él está "tocado por lo más alto". Por debajo de estas palabras se oye una canción de Julio Iglesias. ¿Por qué? Lobatón dice que un peluquero es como un confesor que conoce todos los secretos de sus clientes; por ejemplo, el de los hijos desconocidos de Julio Iglesias. Lobatón, que también debe ser peluquero, promete contarlos después de la publicidad. ¿Qué responsable de Canal Sur merece el destierro por poner en antena semejante bazofia? ¿A cuánto nos sale a cada ciudadano cada una de estas bolsas de basura?
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