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Reportaje:Gran Premio de Turquía de Fórmula 1

"No podemos engañarnos"

Alonso, feliz por "la mejor carrera" de Renault, asegura que su sitio es "el séptimo"

En las manos de Fernando Alonso parece claro que el R28 ha dado un salto espectacular desde la última carrera. Sin embargo, en las de Nelsinho Piquet no parece que las cosas hayan cambiado tanto. El Gran Premio de Turquía volvió a poner al descubierto lo importante que es contar con un piloto de primera línea. El español no sólo colocó fácilmente su Renault en la última tanda de la clasificación del sábado -salió el séptimo-, sino que concluyó la carrera en la sexta posición. Piquet partió el 17º y concluyó el 15º. "Como carrera, es la mejor que hemos hecho", afirmó Alonso; "creo que hemos ratificado el paso adelante que hemos dado. Hemos marcado un buen ritmo en todas las tandas. Lo que hemos logrado aquí habría sido impensable lograrlo en Bahrein".

"Los ingenieros siguen trabajando. La bombilla puede encenderse en cualquier momento"
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Alonso concede tres o cuatro décimas de segundo que no ofrecen muchos otros pilotos. Y eso, unido a las evidentes mejoras que se introdujeron en Barcelona, le permite elevar un poco las expectativas con vistas al futuro. Resulta difícil imaginar que, en la salida del circuito de Estambul, Piquet hubiera logrado colocarse en la quinta posición cuando Kimi Raikkonen tocó a Heikki Kovalainen por detrás. Pero Alonso lo hizo y superó además a Mark Webber, que había demostrado el sábado que su Red Bull iba mejor que el R28.

"Estamos en una pelea permanente", confesó Alonso; "en Barcelona nos habíamos acercado a BMW y nos alejamos de los que nos perseguían. Aquí, en cambio, BMW volvió a distanciarse y nosotros tuvimos que pelearnos con Red Bull por la séptima plaza. En la clasificación, Red Bull parecía estar mejor, pero en la carrera no. Nuestro coche no tuvo los clásicos problemas de sobreviraje. La mejora es clara. Pero la cuestión es comprobar quién logra hacer más rápidamente una nueva evolución importante. Si somos nosotros, podemos atrapar a los equipos de arriba y luchar por la quinta o la sexta plaza. Si es otro equipo de atrás, puede alcanzarnos".

No hay que esperar mejoras tan trascendentales como para que Alonso pueda aspirar a un podio esta temporada. La ilusión ha crecido en Renault, pero el dinero sigue constituyendo un problema para el equipo. Flavio Briatore no ha conseguido encontrar un segundo patrocinador importante para el alerón trasero, lo que podría suponer la entrada de unos 10 millones de euros, y la fábrica madre ha absorbido alrededor de 100 trabajadores de la sede de Viry Chatillon que construye los motores de F-1. Incluso los vuelos diarios que había entre Viry (Francia) y Enstone (Gran Bretaña), las dos sedes de la escudería francesa, han sido reducidos a uno semanal. "Los ingenieros siguen trabajando intensamente para tener nuevas ideas que supongan una mejora. La bombilla puede encenderse en cualquier momento. Es difícil predecir cuándo. Por tanto, no sé cuándo incorporaremos nuevas evoluciones. Trabajamos todos en ello al ciento por ciento. Con tres o cuatro décimas más estaríamos arriba", agregó Alonso.

Mientras tanto, el doble campeón mundial no tendrá otra opción que seguir peleando por la séptima posición y esperar que alguno de los seis coches que ofrecen más prestaciones que el suyo sufra alguna incidencia: "No podemos engañarnos. Nuestro sitio es el séptimo. Y hoy ha vuelto a cumplirse el pronóstico. Si he acabado sexto es porque Kovalainen ha sufrido un pinchazo en la salida y ha terminado por detrás de nosotros. Por el momento, Ferrari, McLaren y BMW son intocables". Su carrera fue realmente tranquila: "Las ruedas me patinaron un poco en la salida, pero aproveché el incidente entre Raikkonen y Kovalainen para colocarme quinto. Y luego rodé prácticamente solo hasta el final. Ataqué hasta el segundo repostaje para coger distancia con Webber y luego fui conservador".

En Montecarlo, dentro de dos semanas, todo puede cambiar. Es un circuito sinuoso, lento y absolutamente impredecible. "Siempre imaginamos que allí nuestras posibilidades crecerán porque es más importante calibrar bien el coche, reglarlo bien, que incorporar mejoras", concluyó Alonso; "pero, al final, siempre acaban ganando un McLaren o un Ferrari. No espero que nada cambie mucho".

Fernando Alonso, al término de la carrera.
Fernando Alonso, al término de la carrera.EFE

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