La geografía del azar de Macchi
El artista argentino presenta su primera exposición retrospectiva en el CGAC
El Centro Galego de Arte Contemporánea (CGAC) de Santiago inauguró ayer una exposición retrospectiva sobre la obra del artista argentino Jorge Macchi, uno de los nombres más destacados del arte latinoamericano de los últimos años. El azar, la muerte y la reflexión sobre el tiempo son algunos de los temas a los que Macchi hace alusión en sus obras, que también se distinguen por huir de la espectacularidad y por buscar la complicidad del espectador.
Para esta muestra el CGAC ha ampliado sus espacios expositivos habituales ya que parte de las piezas de Macchi se presentan en la vecina iglesia de San Domingos de Bonaval. Todas las obras que se presentan en esta sede tienen en común el plantear cuestiones relativas al paso del tiempo. El vídeo es el formato predominante en las obras de este espacio aunque en las salas del CGAC pueden verse obras realizadas con materiales muy diversos. Macchi apunta que disfruta realizando trabajos artesanales, como puede verse en algunas piezas, pero eso no impide que en ocasiones recurra al vídeo o la fotografía para reflejar lo que quiere transmitir.
Aunque suele definirse a Macchi como un artista neoconceptual, él no quiere que pueda llegar a pensarse que las ideas predominan sobre la forma en sus obras. "Mi mecanismo de trabajo es opuesto al de un artista conceptual porque no parto de la idea para realizar una pieza sino que sigo el proceso contrario", apunta Macchi.
La presencia del azar es habitual en la obra del artista argentino aunque él mismo reconoce que no hay una intencionalidad en ello sino que más bien es algo que surge "por azar". Reconoce que tal vez pueda tener alguna influencia la situación de su país de origen, "donde la casualidad parece jugar siempre un papel importante". Obras como Vidas paralelas, en la que Macchi muestra dos vidrios que aparecen rotos exactamente de la misma manera, plantean al espectador la influencia del azar en nuestras vidas.
Otro de los elementos que aparece constantemente en la obra de Macchi es la música, que sirve de contrapunto a las situaciones u objetos que aparecen en sus piezas. De algún modo responde a la necesidad del artista de poner orden en el caos y en el azar. El compositor Edgardo Rudnitzky presta su colaboración en varias de las piezas que se presentan en la muestra, entre las que destaca Fin de Film, en la que la música de una orquesta suena mientras se suceden sobre una gran pantalla los títulos de crédito de una película difuminados.
La exposición que ahora puede verse en el CGAC se presentó anteriormente en la Bienal del Mercosur de Porto Alegre y en el museo Blanton de Austin (Tejas). El comisario es el coruñés afincado en Nueva York Gabriel Pérez-Barreiro, quien señala que el título de la muestra, Anatomía de la Melancolía, se refiere a la forma en la que Macchi trabaja, "que puede llegar a parecer fría pero que en realidad está llena de calidez y complejidad", señala Pérez-Barreiro.
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