Latas en órbita
Alumnos de la Politécnica y la Universitat logran lanzar minisatélites
Todo es similar, pero a reducidísima escala. La pista del aeródromo, un cohete en rampa a punto del despegue y la indefectible cuenta atrás. Claro, que allí, en Fuentemilano (Segovia), los cohetes no superan el metro y medio de largo y los sucedáneos de satélites instalados en su interior, del tamaño de una convencional lata de refresco, son capaces de realizar su misión pese a su exigua masa (unos 300 gramos), y coste, nunca superior a los 1.000 euros.
Se trata de la I Competición Internacional de CanSat (del inglés, satélites en lata) abierta a estudiantes de todo el mundo y de inscripción gratuita. Y entre la docena de equipos participaron dos valencianos, uno de la Universitat de València y otro de la Politécnica.
"Hasta ahora la única posibilidad de lanzar CanSat era viajar a EE UU y participar en una competición con una alta cuota de inscripción. Las principales agencias espaciales del mundo reaccionaron ante ello y en Tokio decidieron que fuera el LEEM (acrónimo de Laboratorio para Experimentación en Espacio y Microgravedad) quien organizase dicho evento", señala Luis Ibáñez, del equipo de la Politécnica de Valencia y miembro del LEEM, una asociación de estudiantes universitarios.
El equipo de Ibáñez, integrado por otros tres estudiantes de la Politécnica de Valencia, ninguno de Aeronáutica, desarrolló algo parecido a un satélite sonda en miniatura que se lanzó al principio de la competición para facilitar a los equipos datos telemétricos (altura, presión, temperatura...) con el fin de que éstos pudiesen ajustar sus dispositivos. "Participábamos fuera de concurso porque nuestro satélite lo financiaba el LEEM".
El estudiante abunda en el valor de este tipo de concursos para poner en contacto a los universitarios interesados en desarrollar proyectos sobre el espacio y la microgravedad. La competición les ha servido para fichar al equipo que colabore con la asociación en el desarrollo de la telemetría de un cohete capaz de alcanzar los 1.500 metros de altura. Los dos que participaron en el concurso, desarrollados por el LEEM, ascendían entre 200 y 600 metros a más de 350 kilómetros por hora. Actualmente la asociación trabaja en el desarrollo de un CubeSat, un satélite del volumen de un litro y peso inferior a un kilo, que será lanzado por la Agencia Espacial India en 2009.
David Calvo, como sus tres compañeros estudiantes de carreras técnicas de la Universitat, quedaron en segunda posición en la categoría ComeBack, la más complicada en tanto que el mini satélite, una vez liberado de la bahía superior del cohete, debe navegar de forma autónoma hasta detenerse lo más cerca posible de una diana situada en el campo de lanzamiento. Y ya han iniciado los trámites para constituir una asociación LEEM en la Universitat de València.
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