El Mallorca hunde a Osasuna
Un gol de Trejo en el descuento condena a los de Ziganda tras un partido de nervios
Osasuna llegó a Mallorca cumpliendo condena en la única plaza de descenso que aún queda por adjudicar y a punto estuvo de volverse a Pamplona con un punto en el zurrón que le hubiera permitido pasar la patata caliente al Recreativo. Pero el descuento fue cruel con los navarros, que vieron cómo una jugada en la que Juanfran quedó tendido en el suelo acabó convirtiéndose en el segundo gol del Mallorca, que no lanzó la pelota fuera. Un gol que sabe a condena para los de Ziganda, y trae aromas europeos para los baleares.
Osasuna seguirá viendo muy de cerca las fauces del lobo hasta la última jornada y es víctima de los males propios de este tipo de situaciones. Nervios, indefinición, un juego que nace más del corazón que de la cabeza. Por corazón logró empatar un partido que parecía escapárseles. Fueron Vela y, sobretodo, Portillo, los dos cambios introducidos por el Cuco Ziganda tras el descanso, los que dieron algo de nervio al ataque de Osasuna. Suya fue la combinación que fructificó en el gol de la igualada, en lo que fue el único acercamiento serio de los navarros en toda la segunda mitad.
MALLORCA 2 - OSASUNA 1
Mallorca: Moyá; Héctor, D. Navarro, Nunes, F. Navarro; Varela (Trejo, m. 77), Basinas, Borja Valero, Tuni (Castro, m. 70); Güiza y Arango. No utilizados: Lux; Molinero, Ramis, Alberto y Webó.
Osasuna: Ricardo; Azpilicueta, M. Flaño, Josetxo, Monreal; Javi García, Astudillo (Vela, m. 52); Juanfran, Plasil, Font (Hugo Viana, m. 71); y Dady (Portillo, m. 61). No utilizados: Elía; J. Flaño, Nekounam y Puñal.
Goles: 1-0. M. 31. Pase en profundidad de Arango a Güiza, que bate a Ricardo. 1-1. M. 73. Portillo recibe de Juanfran para marcar. 2-1. M. 93. Borja Valero recoge un rechace y pasa a Trejo, que remata solo.
Árbitro: Velasco Carballo. Expulsó con tarjeta roja a Portillo. Amonestó a Güiza, Javi García, Plasil, Ricardo y Azpilicueta.
23.000 espectadores en el ONO Estadi.
Antes y después, enfrente se desplegó el Mallorca de Manzano, el Mallorca de los récords, que vive en un largo y provechoso idilio con el gol. Nunca había marcado tantos goles en una sola temporada en Primera (62) y nunca un jugador mallorquinista ha estado tan cerca del Pichichi como lo está Güiza, con 25 dianas y dos de ventaja sobre el sevillista Luis Fabiano. Da gusto ver jugar al delantero jiennense, exultante de confianza, un peligro constante para la defensa rival. Ayer, después de que el venezolano Arango le sirviera un balón en profundidad, dio una nueva lección de control y ejecución. Un ejemplo de la contundencia que caracteriza a este feliz Mallorca de final de curso, que viaja enganchado a la locomotora Güiza y se acerca, jornada tras jornada, a las posiciones europeas. Ahora, a tan sólo tres puntos.
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