Prisionera y esclava sexual durante siete años
Detenido un hombreen Villalba acusado de raptar a su esposa
Una mujer de 49 años y origen hondureño ha sufrido un auténtico calvario en los últimos siete años. Durante este tiempo su esposo la retenía en su casa, la pegaba y la obligaba a mantener relaciones sexuales en contra de su voluntad. El hombre ha sido detenido esta semana por la Guardia Civil de Collado-Villalba (52.000 habitantes) acusado de tres delitos graves: malos tratos en el ámbito familiar, agresión sexual y detención ilegal. El titular del Juzgado número 6 de la localidad ha ordenado su ingreso en la prisión de Soto del Real.
La mujer conoció a su supuesto agresor en 2001. Se fueron a vivir juntos a una habitación alquilada en una urbanización de Villalba. Ya desde el principio, comenzaron los problemas y los presuntos abusos por parte del hombre.Según explicó la abogada de la víctima, Miriam Galindo, la mujer no podía salir sola de casa. Siempre tenía que ir acompañado de su marido, también de nacionalidad hondureña. Éste la vigilaba estrechamente para que no pudiera hablar con nadie ni denunciar la situación que estaba sufriendo. Según el relato que ha hecho la mujer a la Guardia Civil, eran frecuentes las palizas, los golpes y los insultos. Además, el hombre la obligaba a mantener relaciones sexuales cuando quería, pese a que la víctima se negara a ello reiteradamente. "Llegó a decirle que, si no se acostaba con él, buscaría hombres con los que tendría que mantener relaciones sexuales. Eso sí, nunca llegó a cumplir esas amenazas", explicó la letrada al ser consultada por este periódico.
La mujer ha vivido estos siete años aterrorizada. El hombre la amenazaba prácticamente todos los días con matarla si no hacía lo que él le decía. Además, era ella la que se encargaba de mantenerlo, ya que el hombre no tenía ningún trabajo conocido. "Ella está muy mal, con dolores muy fuertes de espalda y con algunos tumores, pero él la obligaba a que trabajara, a que estuviera limpiando casas y escaleras. Era de lo que vivían", añadió la abogada.
La mujer no pudo nunca denunciar los malos tratos tanto físicos como psíquicos que sufría. Incluso cuando tenía que ir al médico, su esposo la acompañaba y le impedía quedarse sola con el especialista.
La denuncia partió de un hijo de la mujer, de un primer matrimonio, que reside en Estados Unidos. A través de un amigo de la mujer, el hijo se enteró del calvario que estaba pasando su madre. Intentó contactar con ella para que le explicara qué le estaba pasando, pero la mujer no le dijo nada. Las sospechas fueron en aumento y la situación se fue agravando. Cada vez eran más frecuentes las palizas y los golpes, las amenazas y los malos tratos.
El hijo decidió poner fin a tanto sufrimiento. Denunció lo que estaba ocurriendo en Collado Villalba ante la policía estadounidense. También mandó un fax al cuartel de la Guardia Civil de Villalba en el que contaba lo que ocurría a su madre. Los agentes de la Policía Judicial del instituto armado acudieron al domicilio de la familia y detuvieron al hombre. Éste pasó a disposición del juzgado de Collado Villalba el pasado miércoles 30 de abril.
Cuando prestó declaración ante el titular del juzgado, negó todos los hechos de que era acusado. Manifestó en todo momento que la relación dentro del matrimonio era buena. El juez también oyó a la mujer, que por primera vez en estos siete años perdió el miedo. Hizo un detallado relato de todo lo que había sufrido durante su matrimonio.
El testimonio de la mujer se vio apoyado por otros dos testigos que se han revelado como fundamentales para este caso. El dueño de la vivienda en la que vivía la pareja ratificó todos los detalles de la mujer. Comentó que eran frecuentes los golpes, las discusiones y los insultos por parte del detenido. El propietario de la casa también había sido amenazado por el detenido, por lo que no denunció lo que ocurría ante la Guardia Civil.
La segunda declaración importante fue la del párroco de la mujer. Cuando alguna vez ésta logró quedarse sola con el religioso y poder hablar sin problemas, le confesó todo lo que estaba padeciendo.
El fiscal del caso solicitó, a raíz de las declaraciones, el ingreso en prisión sin fianza para el acusado. El juez, que accedió a la petición, también firmó una orden de alejamiento del domicilio y del trabajo de la mujer, por si es puesto en libertad posteriormente. El titular del Juzgado número 6 también le prohibió que se pudiera comunicar con su esposa. El detenido se encuentra en prisión preventiva en la cárcel de Soto del Real desde el mismo miércoles 30 de abril. El caso se encuentra en fase de instrucción, pendiente de que se realicen todas las pruebas periciales que sean pedidas por las partes.
La mujer está sufriendo graves problemas psicológicos y físicos a raíz de esta violenta relación. Está a la espera de ser explorada por un forense que determine el alcance de las lesiones que padece.
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