Benidorm prosigue su ascenso al cielo

Dos torres doradas simétricas de 200 metros de altura, coronadas por una estructura conoidal similar a un diamante. Así será el rascacielos que a partir de 2010 dominará la vista en la bahía de Benidorm (Alicante), diseñado por Roberto Pérez Guerras y que construirá la promotora Olga Urbana, SL. El edificio tendrá 55 plantas (cinco de ellas de servicio), y marcará un nuevo hito, será el edificio residencial más alto de Europa. Benidorm cuenta desde 2002 con el Gran Hotel Bali, de 186 metros de altura, líder europeo en torres de uso hotelero.

El proyecto se enmarca dentro del modelo urbanístico de "ciudad vertical" y se complementa con zonas de ocio y deporte, piscina, pistas deportivas y jardines. Las torres Intempo serán el primer edificio de Benidorm en el que no haya terrazas, al incorporar toda la estructura de hormigón en la fachada, siguiendo el modelo de las Torres Gemelas de Nueva York. La carrera por el urbanismo vertical, del que Benidorm es con 325 rascacielos uno de los referentes nacionales, sólo es posible con los avances tecnológicos. "Gracias a los aceros de altísima calidad y a los materiales podemos subir más", apunta el arquitecto Pérez Guerras.

Madrid arrebatará con los 250 metros de las torres de oficinas de la Ciudad Deportiva el liderazgo absoluto en España de la altura a Benidorm, que mantendrá su primacía en edificios residenciales. Ambas ciudades quedan lejos de los 508 metros de altura y 101 plantas de la Torre Taipei 101, en Taiwán, el edificio más alto del mundo. La fiebre por la altura se ha disparado en los últimos años, principalmente en el continente asiático. El arquitecto Adolfo Rodríguez, autor del último rascacielos levantado en Benidorm, la Torre Lugano, está convencido de que la construcción en vertical "se va a multiplicar de forma exponencial" en los próximos 15 años. "Se hablaba de forma despectiva del modelo Benidorm, pero el tiempo ha demostrado que es más eficaz, sostenible y respetuoso". Rodríguez ha diseñado el proyecto Hotel Gran Casino de La Vila Joiosa. En caso de realizarse alcanzará 260 metros de altura y fijará un nuevo techo. El arquitecto Juanjo Chiner divide el urbanismo vertical en dos tradiciones: la americana y la europea. "Benidorm siguió la tradición americana que busca aprovechar un solar carísimo", indica. "La tradición europea, que se ha seguido en Asia, es la del fetiche. Edificios como elementos de culto, de poder, como el símbolo fálico que en otras épocas eran los obeliscos".