Secundarios de lujo

Bernd Schuster sorprendió a todos poniendo a Saviola en el once titular del Madrid contra el Athletic. A todos, menos a sus ayudantes. "Habíamos estudiado muchos vídeos del conjunto vasco y nos dimos cuenta de que recibe muchos goles de rechace. Pensamos que el Pibito sería perfecto", asumen en el cuerpo técnico. Tan perfecto que su gol vino precisamente de un rechace del portero, Armando, a un lanzamiento de Robinho.

Y es que Saviola, aunque cayera en el olvido al principio de la temporada y viviese un calvario de banquillos y lesiones musculares, ha sabido aprovechar como nadie los pocos minutos que le ha venido concediendo el técnico alemán. Es como si jugara al dardo y no le costara nada centrar la diana: tres goles en 351 minutos. Es decir, uno cada 117. En la Liga, tan sólo Eto'o y Luis Fabiano llevan un registro mejor: un tanto cada 93 y 97 minutos respectivamente.

No deja de ser curioso que, en la clasificación de la efectividad, Higuaín -falla goles a montones, se pierde cuando ve la red y es calificado por los técnicos como "demasiado irregular y sin instinto asesino delante de la portería"- se sitúe en el sexto lugar tras Nihat y Güiza. El domingo fue entrar al campo en el minuto 73, asistir a Robben en el 74 y marcar en el 77. Mientras el turco y el español anotan un gol cada 129 y 127 minutos, el ex del River Plate marca cada 130. Nada mal para un delantero con el que el cuerpo técnico ha hecho un trabajo psicológico para mejorar los reflejos y la tranquilidad ante el marco. "Es un gran profesional en el entrenamiento, pero poco lúcido a la hora de la verdad", dicen los técnicos.

La continuidad, sin embargo, es otra cosa en el fútbol y por eso tienen más mérito los números que llevan Luis Fabiano y Güiza. El Madrid cuenta con unos suplentes que mejoran no solamente los datos de goleadores como Agüero (un gol cada 172 minutos), Forlán (uno cada 200) o Kanouté (uno cada 132), sino que incluso los de Raúl (uno cada 178) y Van Nistelrooy (uno cada 151), la pareja que ha condenado a los dos argentinos a comerse las migas.

"¿Cómo vamos a sentar a Ruud y Raúl?", contestaba Schuster cada vez que le preguntaban por las continuas suplencias de Saviola e Higuaín. Cuando hace un mes Van Nistelrooy decidió viajar a Holanda para operarse de una inflamación en el tobillo que dejó preocupado a todo el cuerpo técnico -"no es lo mismo que se te lesione Ruud a que se te lesionen Drenthe o Higuaín"-, Schuster demostró la poca confianza que tiene en sus suplentes. Raúl jugó sin pareja en el ataque hasta el pasado domingo. Hasta que apareció Saviola.