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Evacuados 50 ancianos de una residencia en Moncada

La causante del incendio se suicidó arrojándose al vacío

"¡Vamos, salgan. Eso fue lo que me despertó. Estaba en ropa interior. Bajé, con todos, hacía mucho frío, nos dieron una manta y... Ha sido el momento que más miedo he pasado de mi vida!". Juan Luis es uno de los cincuenta ancianos que tuvieron que ser desalojados a las cuatro de la madrugada de la Residencia de la Tercera Edad de Moncada, de carácter público, después de que una residente provocara un incendio y, posteriormente, se suicidara arrojándose desde el balcón de la habitación que ocupaba. Siete personas tuvieron que ser trasladadas a tres hospitales de Valencia con síntomas de intoxicación por inhalación de humo y otras ocho, trasladadas a otra residencia.

Siete personas tuvieron que ser hospitalizadas por inhalación de humo

El fuego se inició porque una interna, Jacinta Q. V. de 87 años, incendió el colchón, tras lo cual sacó una silla al balcón se subió encima de ella y se arrojó al vació. En su habitación quedaron los restos de dos billetes de 20 y 50 euros cortados a conciencia y unas cuantas monedas de un céntimo.

Un enfermero, dos auxiliares sanitarios y un vigilante fueron los primeros en despertar a los 94 internos instalados en dos módulos, 50 de ellos en el área afectada. La policía local, a escasos metros de la residencia, fue la primera en llegar, y, según el alcalde de Moncada, Juan José Medina, inmediatamente después los bomberos y la Guardia Civil. La prioridad fue sacar a los 50 ocupantes del ala en la que se originó el incendio y localizar el incendio. Mientras eso ocurría, los bomberos observaron un balcón de la segunda planta a una mujer que se disponía a arrojarse. Intentaron disuadirla sin éxito. Se tiró y murió prácticamente en el acto.

Siete ancianos fueron trasladados con pronóstico leve a tres hospitales de Valencia. Todos fueron dados de alta a lo largo del día. Otras ocho personas, que dormían en las habitaciones más próximas a la del fuego, fueron alojadas primero en el convento de las Franciscanas, justo enfrente, y luego trasladadas a una residencia de L'Eliana.

Jacinta Q. V. era de Rota (Cádiz) y en su DNI figuraba un domicilio en Barcelona. A la Administración no le constaba que tuviera familiares, vivió siempre como una indigente y, en los últimos años, estuvo viviendo en geriátricos de Torrevieja, Orihuela y Elche. También era una habitual de la Casa de la Caridad de Valencia. Hace tres años ingreso en la residencia de Moncada. Salía todos los días a caminar y, en ocasiones, se desorientaba; no era conflictiva pero sí huraña, según algunos residentes.

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