"Ya no juego por dinero, sino para quedar en la historia"
David Nalbandian, número siete del tenis mundial, llega con el chándal mojado por la lluvia y la cara pelada por el sol, tarde como casi siempre y haciendo bandera de sus famosas malas pulgas desde el principio. "Un poquito. Nada. Nada", corta cuando se le pregunta si está resfriado. Su juego, como su personalidad laberíntica, es un enigma: a finales de 2007 arrolló a Roger Federer y Rafael Nadal, los dos mejores jugadores, en los torneos de Madrid y París. Era un tenista desatado, anclado de nuevo en los 82 kilos y reconstruido por el trabajo de Martín Jaite, su nuevo técnico. Hoy, Nalbandian alterna las sombras de sus actuaciones en el circuito con las luces de sus deslumbrantes triunfos en los cuartos de final de la Copa Davis, en los que ganó tres puntos, incluido el de dobles, para que Argentina eliminase a Suecia. A sus 26 años, vive con su madre en Unquillo, el pueblo que celebró su victoria en el Torneo de los Maestros de 2005 colgando una raqueta de hierro gigantesca en su plaza. La raqueta sigue ahí. Y la proverbial alergia de su hijo predilecto a las preguntas personales, también.
"Sería increíble que la gente me reconociese como ídolo deportivo y como persona"
"¿Bestia negra' de Federer? La receta para ganarle la tengo en mi casa"
"La gira en tierra es la más dura y tengo que estar atento para recuperar terreno"
Pregunta. ¿Qué espera de la temporada de tierra batida, que empieza hoy en Montecarlo?
Respuesta. Para mí, va a ser importante porque no defiendo prácticamente puntos del año pasado. No jugué casi nada. Estaba mal de la espalda. Por ese lado, quiero aprovechar esta gira, que no es la que más me gusta y que va a ser dura: Rafa está jugando bien de vuelta y es complicado en su cancha preferida. Estoy bien. Para tener buenos resultados.
P. Usted es un argentino atípico: su familia y sus vecinos construyeron un par de pistas de cemento y ahí aprendió a jugar. Su padre pagaba sus clases con los bolsos que fabricaba en su taller. ¿Qué recuerda de aquello?
R. Era muy chico. Empezamos a jugar todos. La familia, los amigos... Pasábamos un rato bien, lindo. Y, de a poco, fui jugando bien, así como se empezó a hacer todo una bola. De chico, chico, no era consciente de los esfuerzos que hacían mis padres. Era algo divertido ir al club a pasar un rato bien. Luego, según fui creciendo, fui un poco más consciente. La verdad es que mi familia se sacrificó mucho. Estoy superagradecido por todo lo que hicieron en su momento. ¡Me acuerdo de cuando hicieron las canchas! Y ya sabés todo lo que hay que contar. Así que...
P. ¿Qué es lo que le hizo un tenista tan difícil para Nadal y Federer?
R. Pregúnteles a los otros, no a mí.
P. Pero usted fue la bestia negra de Federer en la categoría júnior. También lo ha sido como profesional porque se han repartido ocho victorias cada uno en sus 16 enfrentamientos. ¿Cuál es su receta?
R. La tengo en mi casa.
P. Parece como si esta entrevista le estuviera machacando.
R. Sí.
P. Desde niño, todos los técnicos le señalaron como un tenista predestinado a alcanzar la gloria. Pero no ha ganado ningún título del Grand Slam y se ha hecho famoso por sus actividades extradeportivas. ¿Es el tenis un medio o un fin?
R. Al principio, buscas el tenis como un medio de vida. Hoy ya no juego tanto por el dinero, sino por lo que quiero ser en el deporte en sí. Las cosas, a medida que vas creciendo, van cambiando. Quiero ser un gran tenista, quedar en la historia del tenis. Eso sería increíble: que la gente me reconociese como un ídolo deportivo y también como persona.
P. ¿Cree que ya entró en la historia de este deporte?
R. En algunas cosas, sí.
P. ¿En cuáles?
R. Es muy difícil saber qué va a pasar en diez años, cómo te van a recordar. Hay que aprovechar ahora para formar eso.
P. ¿Reconoce al tenista de finales de 2007 en el de inicios de 2008?
R. Entonces hice como una pretemporada antes del Abierto de Estados Unidos. Fue duro, pero fue bien. Ahora, salvo una dolencia en una pierna, estoy bien. Esta gira en tierra batida es la más dura y tengo que estar atento porque es importante para recuperar el terreno perdido a principios de año. No empecé bien la temporada. Estuve medio lesionado en Australia, en Indian Wells me pasó esto de la pierna... Tuve mala suerte.
P. Ha nadado entre tiburones. Ha corrido rallies. Ha hecho puenting. ¿Cómo se atreve a eso siendo un deportista de élite?
R. Me gusta y me divierto.
P. Pero...
R. Cada uno es diferente y disfruta las cosas a su forma. A mí me gustan los autos. Me gusta hacer eso y lo voy a seguir haciendo.
P. Cuando se lanzó al vacío, le acompañaba otro tenista, Zabaleta. ¿Quién tenía más miedo?
R. Él no saltó. No se animó.
P. Es usted multimillonario. ¿Por qué seguir en Unquillo con su madre pudiendo elegir cualquier lugar del mundo?
R. Es un pueblo muy tranquilo, de 20.000 personas. Allí nací y me crié y allí sigo viviendo hoy. Para mí, volver allí es lo más lindo que hay. Me da tranquilidad. Es mi casa, mi tierra, donde tengo todos los recuerdos de mi niñez. Ahí lo paso muy bien. No me tienta ninguna otra ciudad para ir a vivir salvo ésa.
P. Quizás por eso su fundación se dedica a los niños de Unquillo.
R. La idea es ayudar a chicos discapacitados y a entidades que necesiten fondos para hacer actos de bien. Voy a empezar a ayudar primero a la gente de mi zona, a los de mi pueblo y sus alrededores. Después... Mientras más gente se pueda, mejor, incluyendo al resto de la provincia.
Primer título para Federer
Tarde o temprano, tenía que llegarle el triunfo. Aunque le haya costado cuatro meses y haya sido tras la retirada del adversario. Roger Federer puso ayer fin a su mal inicio de año -cayó en las semifinales del Abierto de Australia y del Masters Series de Indian Wells y en la primera ronda del torneo de Dubai- y levantó en la cita de Estoril su primer trofeo: 7-6 (7-5), 1-2 y abandono por lesión del ruso Nikolay Davydenko. El número uno encara ahora el Masters Series de Montecarlo con la esperanza de "tener unos días buenos".
El calendario, sin embargo, es "completamente loco", como lo ha calificado Rafa Nadal: "No es justo para los jugadores europeos y para los de tierra. Jugar tres masters series en cuatro semanas es demasiado".
David Ferrer también se hizo con su primer título del año. Fue en el torneo de la Comunidad Valenciana y ante Nicolás Almagro: 4-6, 6-2 y 7-6.
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