El universo escénico de un poeta
El teatro Valle-Inclán acoge una exposición del dramaturgo Gilles Aillaud
Gilles Aillaud (París, 1928-2005) es un creador plástico difícil de encuadrar, porque no sólo fue un gran pintor y un gran escenógrafo, sino también un filósofo que supo plasmar sus reflexiones en los espacios y lienzos creados por él, además de dramaturgo (escribió La máscara de Robespierre y Vermeer y Spinoza), ensayista y poeta.
La exposición Del lienzo a la escena, que se ha inaugurado en el teatro Valle-Inclán, muestra el universo escénico de este creador cuyos espacios para teatro son auténticas presencias poéticas y verdaderas metáforas de un arte que se mueve entre la escultura y los paisajes oníricos marcados por conceptos filosóficos.
"Aillaud fue un creador de ilusiones", dice el comisario de la muestra
"Pertenece a la más rigurosa vanguardia europea", según Gerardo Vera
La exposición incluye numerosas obras que van desde cuadros hasta grabados, pasando por maquetas, dibujos, acuarelas, carteles originales, fotos y material audiovisual que muestra un exhausto recorrido por toda la obra de Aillaud, desde sus colaboraciones con Klaus Michael Grüber, a partir del año 1975 (con quien firmó al alimón muchos montajes), hasta sus muchas óperas y su infinidad de espectáculos y trabajos realizados conjuntamente con grandes artistas del siglo XX, como el español Eduardo Arroyo.
El comisario de la exposición es Giorgio Ursini, que desde hace años se dedica a recuperar el legado de los mejores escenógrafos europeos, de los que hasta el momento ha publicado 10 catálogos y ha realizado otras tantas exposiciones de creadores como Ezio Frigerio, Josef Svoboda o el español Fabià Puigserver. Coincidiendo con ésta de Madrid, el Centro Dramático Nacional (CDN) ha publicado Gilles Aillaud, escenógrafo: del lienzo a la escena, un exquisito libro en el que se recogen ilustraciones y se profundiza a través de diversas voces en la obra y la vida de Aillaud.
"Aillaud no fue sólo un escenógrafo, fue un gran creador de ilusiones, un artista que supo destilar el misterio de la realidad e intentó reproducirlo en el espacio que encierran sus cuadros, o en la jaula abierta del escenario teatral", comenta Ursini, quien considera que Aillaud es un pintor visionario y un poeta complejo.
Gerardo Vera, director del Centro Dramático Nacional, confiesa abiertamente que Aillaud es un creador que le ha influido en su carrera profesional: "Estamos ante un artista que ha marcado clarísimamente una tendencia que se aleja de la ilustración para llegar a otros caminos del arte plástico y escénico", señaló el también escenógrafo, quien se felicita porque en España se está viviendo un momento en el que aparecen nuevos escenógrafos que conviven en armonía con los que ya tienen un merecido lugar dentro de la profesión. "Su estilo es inconfundible, y sobre todo la modernidad de su concepción del teatro de nuestro tiempo, algo que le convirtió en un artista plástico fundamental dentro de la más rigurosa vanguardia europea", afirma Vera.
Coincidiendo con la exposición también se ha trasladado a Madrid el director teatral francés Jean Jourdheuil, considerado el responsable de que Aillaud se incorporara al mundo teatral.
Jourdheuil, que mantuvo una intensa amistad con Aillaud desde que le conoció en 1969 en una reunión de jóvenes creadores franceses, contó que el escenógrafo empezó a pintar en la guerra influido por su padre, un reconocido arquitecto. También recordó la amistad que Aillaud mantuvo con destacadas figuras de la cultura, como Michel Foucault.
La exposición, que permanecerá abierta hasta el 11 de mayo, se puede visitar de martes a domingos, de 10.00 a 14.00 y de 17.00 a 20.00.
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