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Reportaje:

Henry, siempre a disgusto

El delantero francés atribuye ahora su bajo rendimiento en el Barça a su posición de extremo

"Si juego por la izquierda, veréis al Henry que juega por la izquierda", respondió Thierry Henry cuando a la salida del partido contra el Schalke 04 se le preguntó por su discreta actuación, salpicada con algunos pitos de la hinchada del Barça. El jugador francés insistió ayer en una entrevista concedida a L'Equipe: "He perdido las referencias ofensivas desde que juego en un costado. Aquí, en el Barcelona, soy el que juego por la izquierda. Arranco a 60 metros de la portería, corro más que nunca y entonces ocurre que no puedo en el uno contra uno porque estoy fundido". Al ser informado de las declaraciones del futbolista, su técnico, Frank Rijkaard, contestó: "Ha funcionado muy bien desde ese lado. No condiciono al jugador para que se sienta limitado sino que debe ser inteligente para intercambiar la posición. Varios jugadores tienen su libertad. Ha marcado goles y dado asistencias porque es generoso. No pido imposibles".

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Ocurre que el momento Henry, baja para el partido de hoy en Huelva por una contusión en el tendón de Aquiles, se está retrasando y el futbolista que fue contratado para solucionar las posibles ausencias de Ronaldinho se ha convertido igualmente en un problema. Una lesión lumbar le impidió rendir a su gusto durante el tramo inicial de la temporada, después argumentó que la ausencia de su hija condicionaba sus actuaciones -"en los últimos ocho meses he visto a mi hija cinco veces y así no puedo estar muy contento, me afecta no verla", declaró- y ahora se queja porque el entrenador le sitúa como extremo izquierdo en un discurso que evoca al que en su día formularon delanteros como Lineker, Ronaldo, Rivaldo y el propio Ronaldinho, condicionados por el estilo juego del Barça, que obliga a atacar con tres delanteros (4-3-3) y a veces el delantero centro es desplazado a la banda. Más que ilusionar, el juego de Titi decepciona al aficionado, mientras que sus quejas y glamour incomodan. A día de hoy, el Barça escucha ofertas por el jugador que en verano fue recibido por 35.000 aficionados, 10.000 más que los seguidores que dieron la bienvenida a Ronnie. El golpe de efecto de la directiva para disimular las carencias del vestuario, combatir un annus horribilis no funciona.

Henry ha marcado 14 goles en los 40 partidos que ha disputado, ha dado ocho asistencias e iniciado 84 regates, de los que sólo 46 han tenido éxito. Bien relacionado con el núcleo duro del vestuario y alejado del contencioso Eto'o-Ronaldinho, sus discretas actuaciones ya no sólo preocupan a los barcelonistas sino también a los franceses por la incidencia que puedan tener en la selección. Henry no jugará hoy en Huelva, como tampoco su amigo Bojan, con molestias en los isquiotibiales, ni Iniesta. La penas azulgrana, sin embargo, son menos por la reaparición de Messi, lesionado desde el 4 de marzo.

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