Un paisaje que cabe en el museo

La reflexión sobre el paisaje y el espacio es el tema central en la obra del artista francés Guillaume Leblon, que presenta desde hoy en el Centro Galego de Arte Contemporánea (CGAC) de Santiago su primera exposición individual en España. En las salas del centro el visitante podrá encontrar árboles, pozos, muros y hasta un bosque de cristal que tratan de incitar al espectador a hacerse nuevas preguntas sobre los elementos que forman parte del paisaje.

"En mis trabajos trato de conjuntar tres lugares y tres tiempos. Mi objetivo es que las piezas contengan el tiempo y el espacio que se corresponden con el paisaje, el taller y el museo", explica el artista. Como metáfora de las intenciones de Leblon un gran bloque de hielo instalado en la entrada del CGAC recibirá a los visitantes durante los dos o tres primeros días de la exposición. Esta pieza simboliza la fugacidad de la memoria del paisaje en nuestras mentes. "Algunos visitantes tendrán la oportunidad de ver el bloque y a otros simplemente se lo contarán. Algo similar sucede con los paisajes ya que es imposible explicar la sensación que produce ver uno e incluso cada paisaje cambia según el momento en el que se vea", señala Leblon.

Aunque al ver la exposición sea inevitable hacer referencia al land art o al arte povera, a Leblon no le interesa especialmente la naturaleza de los materiales ni su relación con la tierra, más bien trata de experimenta con un nuevo contexto al situarlos dentro de un museo. Pese a que presenta sus piezas en formatos tan diversos como la instalación, la fotografía o el vídeo, Leblon se considera un escultor porque su trabajo está intrínsecamente relacionado con la forma.

"La escultura está más allá de la técnica que se emplee y a mí me interesa especialmente como la forma se introduce en un espacio", indica el artista. Galicia y el entorno inmediato del CGAC han inspirado varias de las piezas que presenta en esta exposición. "Mucho de lo que verá el visitante se ha definido a lo largo de los diez días en los que llevo trabajando en Santiago".

Uno de los retos al que se enfrentó Leblon fue adaptar sus obras a los espacios del CGAC. Las mayores dificultades las encontró en el vestíbulo del centro ya que su gran luminosidad puede llegar a resultar "agresiva". Ante esta circunstancia Leblon decidió "humanizar" el espacio y situar L' arbre, en la que representa a la única especie vegetal que rebrotó tras la explosión de la bomba atómica de Hiroshima y sobre la que se investiga porque sus hojas pueden contener una sustancia para prevenir el alzheimer. "Me interesa esta ida y vuelta de la memoria y aquí se alude por un lado a un testimonio histórico y, por otro, a un regenerador de la memoria", señala el artista francés.