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Reportaje:30ª jornada de Liga

"Mi gol los mató"

Higuaín celebra su encuentro más vertiginoso como madridista, culminado por un tanto decisivo

Las gotas de gomina salpicaban las solapas de su chaqueta de cuero. Gonzalo Higuaín, Pipita, dice que ha descubierto el peinado que mejor se acomoda a su cabellera. Se trata de coger el peine y, ayudado por una buena bola de gel, rascarlo hacia atrás hasta que quede bien adherido al cráneo con un efecto aerodinámico. Así salió del vestuario tras jugar su partido más vertiginoso.

A sus 20 años, es tan bisoño para vivir como para jugar. Está en fase de aprendizaje. Descubre peinados más adecuados a su carácter y su fenotipo. También se descubre como jugador. Y como hombre. Mucho carácter precisó para salir del enredo en el que se metió después de acribillar a Palop con dos tiros a bocajarro. Transcurría la segunda parte y llevaba cuatro remates. Cuatro ocasiones claras desbaratadas por el portero del Sevilla y su defensa. El Bernabéu estaba harto. Le había retirado la indulgencia. Empezaban los pitos. "¡No se la deis!", se gritaba al ver que los compañeros le buscaban. Higuaín tenía motivos para hundirse. Para dejarse atropellar por la tragedia. Le habían colgado el cartel de delantero sin gol. Entonces, reaccionó.

"¡Por fin la metió Higuaín!", gritó como un fanático el locutor del estadio Bernabéu
"En el medio me he sentido más cómodo que tirado a la banda", declara Sneijder

"Vi que Guti se iba por la derecha y me fui a la espalda de Mosquera", recordó el argentino al salir de la ducha; "metí la punta de la bota derecha y le gané. Fue un gol importante porque ellos buscaban el empate. El gol los mató".

El locutor del Bernabéu reaccionó como un fanático irresponsable: "¡Por fin la metió Higuaín!". La voz estruendosa debió de llegar hasta el jugador. El gol tuvo trascendencia no sólo para encaminar al Madrid hacia el título. También le sirvió a Higuaín para salvar su propia carrera en Chamartín. "Los pitos forman parte del fútbol", comentó; "la gente te encumbra y te silba. Por eso no hay que creérselo. Ni debes confiarte cuando lo haces bien ni sentir que no sirves cuando las cosas no te salen. Yo mantengo el equilibrio. Nunca perdí la fe ni me salí del partido. Pero no fue fácil".

El vestuario del Madrid celebró la victoria como si hubiera valido medio campeonato. Gago, un chico que normalmente se muestra taciturno, estaba exultante. El medio centro había hecho uno de sus mejores partidos. "Hoy, los muchachos han demostrado que este equipo tiene carácter", ponderó como si hubiera sido un mero espectador; "todos tuvieron una actitud increíble. Corrieron pensando en el compañero. Fue fantástico. Era una final y la ganamos".

El centro del campo del Madrid, la línea que más dudas ha generado en Bernd Schuster, funcionó mejor que nunca. Gago, Sneijder y Guti se encontraron siempre. "Ha sido el día en que menos altibajos hemos tenido en el juego", opinó Schuster; "yo creo que Sneijder ha jugado en la posición que normalmente ocupa. Está en buena forma, ha hecho un partido muy agresivo y ha estado muy seguro con el balón".

A Sneijder le brillaban los ojos. Estaba feliz. Discrepó de su entrenador. "Me ha cambiado de posición", dijo; "no sé por qué. Pero me ha hecho jugar más en el medio, detrás de los delanteros. De esa manera me he sentido más cómodo que tirado a la banda. Cada vez que he recibido el balón, he tenido un panorama amplio para buscar el pase y, por suerte, he dado dos asistencias. He jugado en mi posición natural. Así es más fácil".

"Nos hemos juntado muy bien en el medio campo", prosiguió Sneijder, "y le hemos creado superioridad numérica al Sevilla. Con el balón y sin él, siempre he tenido la sensación de que jugábamos con un hombre más que ellos".

Los sevillistas abandonaron el estadio maldiciendo a su entrenador, Manolo Jiménez. Le acusaron, fuera de micrófonos, de alinear a Alves como volante, desnaturalizándole, y dejar en el banquillo al extremo puro Jesús Navas. El técnico alegó que Navas estaba "tocado". Navas le desmintió: "Estaba perfecto".

Higuaín trata de abrirse paso hacia la portería de Palop.
Higuaín trata de abrirse paso hacia la portería de Palop.ÁLVARO GARCÍA

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