El Valencia permite a La Sexta retransmitir el partido pese a la prohibición de la federación

La Sexta, Canal 9 (Valencia) y TV3 (Cataluña) emitieron en directo y de forma gratuita la semifinal, a pesar de no contar con los derechos televisivos del encuentro en un nuevo capítulo de la llamada guerra del fútbol. Hasta las autonómicas murciana y gallega se apuntaron al boicoteo. Lo hicieron gracias a la connivencia del Valencia, que dejó entrar las cámaras de televisión, y a pesar de que la Federación Española de Fútbol había enviado dos cartas al club de Mestalla recordándole que los derechos de emisión del partido pertenecían a Audiovisual Sport (AVS) y que su emisión estaba prevista en Digital + en la modalidad de pago por visión.

La federación es la que posee los derechos de la Copa del Rey, que gestiona AVS. La entidad presidida por Villar advirtió por carta al Valencia que se arriesgaba a quedar excluido de la próxima Copa del Rey si alguna televisión que no fuera Digital + retransmitía el partido. En una primera carta, dirigida al presidente del Valencia, Agustín Morera, la federación recordaba que "la retransmisión televisiva por parte de cualquier canal u operador que no sea AVS o cualquier otro legal o reglamentariamente habilitado por éste no puede ser autorizada".

El miércoles, sin embargo, La Sexta se había acogido a la Ley de Retransmisiones Deportivas para anunciar la emisión del encuentro, pero ni los responsables de la cadena ni los de su accionista de referencia, Mediapro, se lo habían solicitado a AVS, que hubiera sido el trámite adecuado.

La federación envió una segunda misiva al Valencia en la que comunicaba a la entidad que podría incurrir en un incumplimiento de las normas de la federación si facilitaba que el partido se emitiera en abierto. Los dirigentes del club se reunieron en el estadio una hora antes del inicio del partido, que arrancó con unos minutos de retraso. El árbitro estaba pendiente de las órdenes que llegaran de la federación, que llegó a pedir que se cortara la emisión de las televisiones que no estaban autorizadas. Pero el club no hizo nada para impedirlo, aunque envió un burofax media hora antes del partido pidiendo a estas cadenas que no emitieran el partido. Las cámaras de Mediapro estaban en el estadio desde el día anterior.

Audiovisual Sport decidió comunicar a sus abonados que no les cobraría los 12 euros pagados por ver el partido. La entidad también anunció que "no dudará en adoptar cuantas medidas considere necesario para defender sus derechos legítimos".