El PP gana con el alza de la participación

La gran sorpresa para el PP de Madrid no han sido los resultados obtenidos en las elecciones del 9 de marzo (18 diputados, uno más que en 2004, y el 49,34% de los sufragios), sino que la participación del 80,84% en la región haya superado la de hace cuatro años, que ya se consideraba histórica.

La baja abstención echa por tierra la tesis de que sólo beneficia al PSOE

"Ha sido una movilización contra Zapatero", señalan los conservadores

Los casi dos puntos de más en la movilización con respecto a las elecciones que en 2004 siguieron al mayor atentado terrorista sufrido por la capital en toda su historia, con un resultado de 191 muertos, han sabido a gloria en el partido que gobierna la región porque ha echado por tierra una tesis que hasta ahora descafeinaba las victorias populares. "El viejo dicho de que una alta participación favorece a la izquierda ha quedado en entredicho", apuntó ayer el portavoz popular en la Asamblea, Antonio Beteta. "La altísima participación ha favorecido un resultado espectacular del PP".

"No esperábamos una participación superior al 80%", puntualizó el secretario general del PP en la región, Francisco Granados, también consejero de Presidencia e Interior. "Pensábamos que ya habíamos llegado al límite de los que nos podían votar y la gran sorpresa, y también la gran esperanza, es que no es así".

En el PP concluyen que la victoria regional ha consistido en saber movilizar a su electorado aún más que en las pasadas autonómicas y ante un PSOE que apenas ha puesto en marcha la maquinaria electoral para ganar votos en la región. Frente a la escasa presencia pública del secretario general socialista, Tomás Gómez, están satisfechos del papel que ha desempeñado la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, durante la campaña.

De hecho, ella se ha prodigado durante el mes de febrero incluso en precampaña en mítines, actos de partido y viajes por todo el país como si fuera una candidata más, y ha estado muy cómoda en su papel de fustigadora del Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero. No en vano lleva cuatro años difundiendo el mensaje de que el Ejecutivo central castiga a la región con la falta de inversiones.

Eso se ha sumado a una movilización del electorado inesperada, que algunos en el PP achacan a que se difundieran los días previos a las elecciones encuestas que daban por segura la victoria de Zapatero y, en menor medida, al atentado terrorista de Mondragón, pues el votante del PP es radicalmente contrario a la política que ha manejado el presidente del Gobierno respecto al terrorismo. "Ha sido una movilización contra Zapatero, porque los votantes temían que ganara con autonomía y con mayoría absoluta", afirman fuentes del PP.

Tampoco hay que olvidar que el madrileño es un elector que ha vivido una bonanza económica con el PP, que mantiene un alto nivel de vida respecto a otras regiones y que eso le da un perfil conservador. Beteta subraya que ha primado que el madrileño esté satisfecho con la manera de funcionar de la Comunidad de Madrid. "En conjunto, nuestro votante ha estado en sintonía con los planteamientos de defensa de los principios liberales, de defensa de la nación española y también el modo de gestionar del Gobierno regional", asegura.