Rosa Díez logra un escaño por Madrid con su nuevo partido

Más que gritos de alegría, una dulce incredulidad reinaba anoche en el hotel Villarreal, frente a las Cortes, donde Rosa Díez acababa de asegurarse un acta de diputada por Madrid para la próxima legislatura.

El discurso de la líder de Unión, Progreso y Democracia (UPyD) tras confirmarse, al filo de las 22.30, el escaño para su formación estuvo repleto de expresiones como "sueños, milagros y sorpresa".

"Hemos conseguido el milagro porque miles han confiado en nosotros", dijo Díez, en agradecimiento a los militantes y votantes "que han conseguido en sólo seis meses convertirnos en la quinta fuerza política de España en número de votos".

Díez fue interrumpida por los 200 simpatizantes de su formación que coreaban al grito de "hay que cambiar la ley electoral", cuando aseguró que, "con más votos que el PNV, tenemos un diputado y ellos seis". En realidad, el PNV y UPD quedaron prácticamente empatados; ligeramente por encima de los 303.000 votos, equivalentes al 1'20% del censo.

La ex dirigente vasca del PSOE, que compitió con José Luis Rodríguez Zapatero por la Secretaría General del PSOE en el congreso de 2000 y encabezó la lista de dicho partido a las elecciones europeas de 2004, aseguró que en los cuatro próximos años trabajará para que "los nacionalistas no boicoteen las políticas nacionales". Posteriormente, Díez se reafirmó en su propósito de reestablecer "el consenso en los grandes temas de Estado y no pactar nada con quienes no creen en España".

Respecto a la posición que adoptará ante la investidura de Zapatero, declaró que "sería engañar al electorado de UPyD apoyar a nadie que no haya trabajado por esos consensos".

Una veintena de simpatizantes, con la camisa rosa fucsia del partido, se apiñaban en torno a un ordenador suspirando por un segundo escaño. "¡A que superamos a Izquierda Unida en Madrid!", exclamaba perplejo uno. "¡Sería un triunfo, no me lo creo!".

UPD, que ha hecho de la defensa de la identidad española y de la lucha contra ETA su credo político, es la única nueva fuerza política que entrará en el Congreso. Por el contrario, saldrán del Palacio de San Jerónimo la Chunta Aragonesista y Eusko Alkartasuna.

La primera de ellas no ha resistido la retirada del cantautor José Antonio Labordeta, que iba de número dos en su lista, un puesto en realidad testimonial, y ha pasado de representar al 12% de los aragoneses a sólo el 5%, informa Concha Montserrat. Quién ha resistido mejor de lo esperado la fuerte bipolarización de la campaña es el Bloque Nacionalista Galego (BNG), que mantiene sus dos escaños. Coalición Canaria pierde uno, por lo que no tendrá grupo parlamentario propio.

Rosa Díez: ''Somos la quinta fuerza parlamentaria''