A Liu le tocan otro himno

La maldición de las vallas cobró ayer caracteres bíblicos al prolongarse 24 horas al igual que los ecos de la final de 1.500 metros con los vaivenes medallísticos de Higuero-Casado al ritmo de la descalificación-recalificación de Deresse Mekonnen, el etíope que finalmente fue proclamado ganador.

Lo de las vallas, que comenzó de forma surrealista con la distracción del favorito Robles, continuó de forma dramática con la lesión de Susanna Kallur, la favorita entre las mujeres, y siguió ya como tragedia plena con la caída y el llanto de Josephine Onyia, dio ayer un giro cómico en la ceremonia de entrega de medallas, que hubo de repetirse con un cuarto de hora de intervalo.

En la primera, los errores se multiplicaron en forma de comedia gracias a que los afectados, el chino Liu Xiang, que asistió impertérrito desde lo más alto del podio, una media sonrisa pugnando por estallar en carcajada, a la interpretación del himno de Chile, que sonó en su honor por un error de iniciales e informáticos. A su lado, uno de los medallistas de bronce, el letón Olijars, observó también silencioso cómo se le regalaba con una equivocada instalación de la bandera de su país para completar la comedia de los errores.

"Esto duele. Tengo que estar siempre reivindicándome", dice el español

El letón Olijars, bronce, soportó que instalaran mal su bandera

Quince horas después, el recuerdo de la comedia de los horrores vivida en las dos horas posteriores a la final de 1.500 metros aún le reconcomía a Arturo Casado. Más que nada, confesó, le dolía la celebración pública de una medalla provisional a que se vio obligado, el baile y los botes con Higuero, por mor de la televisión en directo.

"Pero lo entiendo", dice Casado, una persona reservada y seria, "porque a los medios les gusta crear espectáculo para vender mejor su producto. Lo que pasa además es que es la segunda vez que quedo cuarto en una gran final [la anterior fue en los Campeonatos de Europa de Madrid en pista cubierta, cuando le superaron en la última vuelta Heshko, Higuero y Estévez] y esto duele. Y la necesidad de estar reivindicándome siempre, como si tuviera siempre algo que demostrar, yo y todos los del 1.500. Por ejemplo, somos los únicos del atletismo español que vamos a tener que preparar dos campeonatos: los de España, que servirán para elegir al trío olímpico, y luego los Juegos".

En la ruleta de pensamientos negativos que se encadenó en su cabeza figuraba también ayer el hecho de que hace unas semanas el organizador del mitin de Birmingham no le admitiera pese a que hace un año consiguiera en aquella pista británica el bronce europeo bajo techo. "Si hubiera podido correr allí, seguramente habría hecho una buena marca, con lo que el viernes habría tenido mejor semifinal y no habría salido tan acelerado que acabé pájara, y el sábado habría estado mucho mejor…". La antilechera en una frase. "Pero, tranquilo", añadió antes de salir a rodar por las calles de Valencia, "que este verano voy a estar muy bien".