El alcalde de Madrid eclipsa a Dolors Nadal

El desembarco de pesos pesados del Partido Popular de toda España refleja que el PP catalán pasa un mal momento. Atrás han quedado los éxitos que cosechó Josep Piqué cuando logró tener hasta 12 escaños, en 2000. La dirección regional del PP quiere que en la campaña de Cataluña participen el máximo número posible de caras conocidas del partido. Aunque esto eclipse a su candidata por Barcelona, Dolors Nadal.

De hecho, la campaña de Nadal ya ha quedado en un segundo término nada más empezar. La visita de Gallardón es ejemplo de ello. Y es que la dirección del PP catalán vive encandilada por las obras faraónicas que el alcalde de Madrid ha impulsado en la capital. No importa que el tráfico madrileño sea un caos y que los servicios públicos de la ciudad flaqueen. "Gallardón es el alcalde que todas las ciudades catalanas quisieran tener", dijo ayer el presidente del PP catalán, Daniel Sirera, como resumen de su idilio político con el primer edil madrileño.

Sirera dejó al margen los problemas de Gallardón en el PP. Todo fueron alabanzas. El alcalde respondió con gratitud, hacia Sirera, pero también hacia el partido, y negó que tenga en mente cualquier espantada tras los comicios. Es cierto que le han impedido ir en las listas como quería, pero cree que el PP es su único cobijo. "Seré alcalde de Madrid o estaré en cualquier puesto de responsabilidad por mi partido, el PP, o no seré absolutamente nada", manifestó.

Poco mensaje le quedó a Dolors Nadal, que centró su campaña en el mercado de Badalona. Su momento mediático lo consiguió al comprar unos calcetines blancos. Cuatro euros por un minuto de gloria.