"Menos mal que lo preví y pude cargar con la subida"
Fernando Capllonch paga ahora 150 euros más de hipoteca por el aumento del Euríbor
Fernando Capllonch no es, ni mucho menos, un caso excepcional. Este diseñador de 35 años que hace cuatro pagaba 575 euros por la letra de su piso en A Coruña se deja ahora unos 724 euros. Al igual que él, millones de familias han visto cómo el Euríbor -que estaba en mínimos históricos- ha repuntado en la legislatura hasta encarecer casi un 27% la factura de una hipoteca media.
"Menos mal que lo previmos y podemos cargar con la subida sin problemas", dice Capllonch, casado con una maestra y con dos hijos pequeños.
Pero el problema es que muchos otros no han sido tan previsores. En una sociedad en la que la vivienda ya absorbe el 46,2% de la renta bruta (en 2005 era el 36,4%), el alza de los tipos puede convertirse en el último tirón que haga restañar las costuras de los presupuestos familiares.
"El acceso a la vivienda es todavía un problema porque los precios han crecido por encima de los salarios y, aunque hay más pisos de protección oficial, la oferta es aún claramente insuficiente", resume el estadístico Julio Rodríguez.
Es cierto que la vivienda protegida ha experimentado en la legislatura un fuerte impulso: unos 90.000 pisos iniciados al año, entre un 60% y un 70% más que durante el Gobierno del PP.
Rodríguez critica que frente al anterior programa socialista, que califica de "coherente", el documento con el que el PSOE se presenta al 9 de marzo es "prisionero de la coyuntura negativa". Y como ejemplo de indefinición, cita la apuesta por el alquiler con opción a compra: "No especifica ni el precio que se pagaría, ni el plazo para acceder a la compra, es como no decir nada". Peor lo tiene el PP, que presenta un programa "basado en generalidades, sin medidas concretas", sostiene este experto.
Además de los pisos protegidos, el alquiler es el otro eje sobre el que gira la política de vivienda. Y ahí, a la espera de ver los efectos que tendrá la renta de 210 euros para jóvenes inquilinos, el panorama es desolador. Un estudio oficial estimaba que en 2006 sólo el 11% de los españoles vivía de alquiler, frente al 38% de la media europea.
Mientras, a los que ya han comprado un piso, sólo les queda esperar que el Euríbor continúe con la tendencia bajista esbozada los últimos meses. Porque, como se queja Capllonch, para ellos ya no hay tiempo de ayudas públicas: "Lo único que nos queda a las clases medias que acabamos de comprar es renegociar el crédito con el banco".
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