Alex sienta cátedra

No ha logrado triunfar en una gran Liga europea y ya parece tarde para realizar el sueño de disputar un Mundial con su selección. Pero en Estambul es venerado por la entusiasta hinchada del Fenerbahçe. Desde la media punta, liberado de obligaciones defensivas, Alex (Curitiba, Brasil; 30 años) sienta cátedra en inteligencia, creatividad y precisión. Aunque no sea una celebridad en Europa, en el Sevilla -visita esta noche al cuadro otomano (20.45, Canal + 2)- andan preocupados: "Es mucho más que la estrella del equipo. Se trata del epicentro y el termómetro del Fenerbahçe. Por sus virtudes en la conducción y en el pase, aglutina todo el fútbol ofensivo del equipo. Tiene una zurda maravillosa, pero, además, es el jugador más ambidiestro que he visto nunca". Así le define Víctor Orta, secretario técnico del Sevilla.

El equipo andaluz ha ganado tres de los últimos cuatro partidos de la Liga: en casa, ante Osasuna (2-1) y fuera frente al Recreativo (1-2) y el Espanyol (2-4); el otro lo empató con el Barcelona (1-1). Pero la racha no empaña la dificultad de la visita al Sükrü Saraçoglu. Alex y la nieve pueden resolver la eliminatoria en la ida. El pasado fin de semana, el Fenerbahçe, segundo en su Liga, a 4 puntos del Galatasaray, ganó por 2-4 al Rizespor a siete grados bajo cero. "No llevo mal el frío", afirma Alex por teléfono; "¡yo nací en Curitiba, la ciudad más fría de Brasil!".

El centrocampista jugó al fútbol sala hasta los 13 años. Entonces, le reclutó el Curitiba y a partir de ahí su ascensión fue meteórica. Triunfó en el Palmeiras, por entonces un equipo extremadamente competitivo y dirigido por Luiz Felipe Scolari, que ganó la Copa Libertadores en 1999. La selección brasileña fue un paso natural y ese año levantó la Copa América junto a Ronaldo, Rivaldo, Cafú y Roberto Carlos, con Vanderlei Luxemburgo como seleccionador. Alex repitió el mismo éxito en 2004, cuando Brasil derrotó a Argentina en la final con un equipo en el que Carlos Alberto Parreira no convocó a muchas estrellas, pero en el que él destacó al lado de Renato y Luis Fabiano.

Ese año, Alex llegó al Fenerbahçe: "En Estambul hay mucho fanatismo. Te paran por la calle a cada momento, con respeto y con cariño, pero es tremendo. Si tienes paciencia, puedes salir a la calle. Si no, lo mejor es quedarse en casa". El club turco está repleto de brasileños. Para empezar, su técnico, Zico, el ídolo de la infancia de Alex, al que preocupa que los rivales ya no les hagan faltas en el borde del área: "Pero no importa. Tenemos a Roberto Carlos, que la rompe desde lejos".

Alex confiesa su ilusión de emular a Rivaldo o Djalminha, que triunfaron en España, quizás en 2009, cuando termine su contrato en Turquía. Tampoco se olvida de la última lesión de rodilla de Ronaldo: "Jugamos juntos por primera vez en la selección sub 17 en 1992, cuando él todavía estaba en el São Cristovão. Y después en la absoluta. Era una delicia. Ojalá se recupere".