Muñecas fumadoras pasivas
Nuevos artefactos para luchar contra el tabaco y otras amenazas a la salud
"El tabaco perjudica gravemente la salud". Las cajetillas de cigarros se encargan de diseminar por doquier la cacofónica advertencia que persigue al fumador. Despojado del glamour, herencia de la iconografía de los años dorados de Hollywood, cuando fumar era un acto lleno de encanto y misterio y no un atentado contra la salud pública, el tabaco se ha convertido en la causa de todos los males. Todos se adhieren a la nueva cruzada del siglo XXI, desde los Gobiernos hasta diseñadores.
Fiona Carswell utiliza el humor y la ironía en sus diseños
Es el caso del alemán Daniel Goddemeyer (Luebeck, 1975), creador de The Smoke Doll, una muñeca cuya respiración depende de la cantidad de humo en el ambiente. La muñeca, que reacciona a las caricias del niño con un respiro calmo y pausado, empieza a respirar más rápida e irregularmente, toser y jadear a medida que va inhalando humo. Incluso puede dejar de respirar y para revivirla sólo hay un sistema: el boca boca de un no-fumador, ya que sus sensores reconocen los componentes del aliento. "La muñeca es útil para los niños y también para los adultos, porque ambos perciben el mensaje, aunque de forma diferente", explica el diseñador, que estrenó la pieza en el Interaction Design Show del Royal College of Art de Londres. Otros de sus proyectos se centran más en la problemática de las relaciones interpersonales, como los Sproochs o los Fear Buddies, unas mascotas virtuales tipo Tamagotchi, vinculadas a diversas fobias que reconocen sus similares y sirven como "paliativo contra la soledad de la inseguridad". "Si posees el Fear Buddy del miedo a volar, éste te avisa si hay alguien cerca en las mismas condiciones, sin revelar su identidad. La idea no es conocer gente, sino darte cuenta de que no eres el único", indica Goddemeyer.
También la neoyorquina Fiona Carswell, que utiliza el humor y la ironía en diseños que interactúan con el ser humano y el entorno, está interesada en los efectos del tabaco, aunque su objetivo "es representar visualmente las reacciones de determinados comportamientos y no influir en las ideas y la actitud de la gente, para intentar cambiarlas". Para plasmar las repercusiones del tabaquismo ha creado The Smoking Jacket, una cazadora decorada con dos pulmones, que se van lentamente oscureciendo, debido a unos sensores que captan el humo exhalado por quien la lleva. "La chaqueta es una especie de alerta interactiva, que ofrece una representación gráfica en tiempo casi real de lo que pasa a los pulmones de su propietario", explica Carswell, que también ha diseñado un biquini al que le aparecen manchas si exageras con la exposición al sol. "Se trata de mensajes claros y directos. Estamos bombardeados con tanta información textual y gráfica, que ya no nos afecta. Quiero ver si una aproximación visceral, irónica e interactiva al mismo tiempo, puede impulsar una toma de conciencia y una reflexión que otros medios ya no consiguen", añade la artista, que también ha diseñado una manta patchwork, cuyos retales están vinculados a archivos de audio.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.