Raneda dimite y evita presiones electorales en la reforma de títulos

Las pujas, subastas y ofertas electorales en el campus no son compatibles con el proceso más importante que afronta de inmediato la universidad española, como es la conversión de los actuales títulos en los futuros grados, adaptados al Espacio Europeo de Educación Superior. Por este motivo, el actual rector de Alicante, Ignacio Jiménez Raneda, anunció ayer que dimite, adelanta elecciones y además tiene intención de volverse a presentar. "No es conveniente hacer coincidir" la campaña electoral con "un proceso paralelo" de adaptación de toda la oferta de títulos a Europa, explicó el rector en una carta remitida a toda la comunidad universitaria. El mandato de cuatro años del actual equipo expira el próximo mes de diciembre, con lo que la campaña, el inicio de curso lectivo y la reforma de todos los títulos hubieran coincidido "irremediablemente" en el tiempo.

"Ha sido un golpe, ahora es díficil que se organice una oposición"

Raneda comunicó a primera hora de la mañana de ayer esta decisión "larga y profundamente meditada" a sus vicerrectores, y luego lo comunicó al Consejo de Gobierno en la reunión ordinaria. "La Universidad de Alicante no puede ni debe permitirse interrumpir su adaptación al Espacio Europeo y supeditarla a un proceso de elecciones paralelo. Sería una irresponsabilidad por mi parte no ser consciente de esta realidad y no adoptar medidas necesarias para que este complejo proceso se lleve a cabo con total garantía de estabilidad", señaló el rector en una nota de prensa.

La noticia causó sorpresa en todo el campus. La decisión llega una semana después de que Jiménez Raneda superara uno de los obstáculos más complicados de su mandato: la reforma de los centros y facultades contemplada en los estatutos. De los 11 centros actuales se pasará a siete futuros, un proceso que ha levantado ampollas entre los directores de los pequeños centros, como son Óptica y Enfermería, y que ha irritado a algunos decanos. Superado este complicado escollo, que contó con el aval del 65% del Consejo de Gobierno, el rector no estaba dispuesto a abrir otra batalla interna en el campus. Con la reagrupación de centros se han consumido muchas energías y se han reabierto viejas heridas, así que Raneda optó por "cambiar el paso, dar un golpe y fijar él su propio calendario", explicaba gráficamente un miembro del Consejo de Gobierno. El adelanto electoral fue entendido y compartido por la mayoría de profesores vinculados a la gestión. "Así evita que la campaña electoral se convierta en un mercadillo y en una subasta entre los candidatos", admitió un representante del claustro. "Ha sido un golpe de mano, ahora es difícil que se organice una oposición a Raneda. Es una buena estrategia", valoraba un sindicalista de CC OO. José Miguel Saval, secretario del Consejo Social, tildó de "inteligente y oportuna" la decisión del rector, porque "evita tensiones en un proceso de reforma de titulaciones que debe acometerse de manera relajada". Un ex vicerrector admitía que el proceso de convergencia europea "no se puede abordar con presiones de grupos ni tensiones". En unos días, Antonio Marcilla, vicerrector de Ordenación Académica, será rector en funciones.