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Entrevista:ALBELDA | Centrocampista del Valencia

"Tengo miedo a quedar tocado"

David Albelda, pequeñas arrugas en torno a los ojos y un pendiente en el lóbulo izquierdo, sonríe. Una sonrisa triste por el enorme impacto que ha tenido, para bien y para mal, su marginación en el Valencia. Desde que el entrenador, Ronald Koeman, decidiera apartarlo del grupo, junto a Cañizares y a Angulo, el mediocentro, de 30 años, se ha convertido en el centro del universo valencianista. Por su contrato, que finaliza en 2011, el club le adeuda nueve millones de euros

Pregunta. ¿Es como si le hubiera dejado su pareja?

Respuesta. Depende del amor que le tengas, pero sí, es un vacío muy grande. El Valencia es el lugar donde quise estar y para ello tuve que pelear mucho. Cuando tenía 14 años, el esfuerzo de mis padres por traerme tres veces a la semana desde el pueblo, La Pobla Llarga, a 70 y pico kilómetros, sin tener una capacidad económica... Menos mal que salió más o menos bien.

"Fue una puñalada. Creo en los cambios de ciclo, y esto se podría haber hablado"
"Me gustaría saber quién me acusa de ser el cáncer del club. No le tengo miedo"
"Por la calle me han llamado mercenario, drogadicto, borracho... Barbaridades"
"¿La Eurocopa? Eso dura un mes y mi vida deportiva son cuatro años a un gran nivel"

P. ¿Por qué lloró cuando anunció que no contaban con usted?

R. La pregunta era sobre cómo iba a explicarle a mi padre que ya no iba a jugar más en el que siempre ha sido su equipo. Había tanta tensión y tantos sentimientos que exploté.

P. ¿Su familia era humilde?

R. Vengo de un pueblo pequeño, de 4.000 habitantes. Soy de la típica familia de pueblo: mis padres trabajaban en un almacén de naranjas, mi hermano mayor y yo dormíamos en la misma habitación; yo heredaba la ropa de mi hermano. Y conocía el esfuerzo de mis padres. Mi familia era muy deportista. Tanto mi padre como mi tío fueron ciclistas, pero entonces no se ganaba en el ciclismo para sacar adelante una familia. Mi padre continúa trabajando en el almacén porque le gusta esa rutina.

P. ¿Ha ganado mucho dinero?

R. En los dos últimos años. Lo he invertido en propiedades inmobiliarias. Les he comprado una casa a mis padres.

P. ¿Quién es su mejor amigo?

R. Rafa, uno del pueblo. Trabajaba en una empresa de estructuras metálicas, algo muy pesado, y le ofrecí que trabajara para mí: cuidando el jardín y la piscina.

P. ¿Qué es lo que más daño le ha hecho?

R. Las formas, muy feas, dejando que la opinión pública sacara sus propias ideas. Ha sido una puñalada. Yo creo en los cambios de ciclo y lo podíamos haber hablado.

P. ¿Por qué era tan pesimista al principio de temporada?

R. Más bien era realista. Hablaban de la mejor plantilla del mundo, pero eso no se traducía en el campo. Los fichajes no han mejorado la plantilla. Pasamos de ser un equipo que rozaba al Madrid y al Barça, a otro con problemas serios para entrar en la Champions.

P. Le acusan de ser "el cáncer del Valencia".

R. Me gustaría que saliera quien lanza esas acusaciones. Que diga 'es el cáncer por esto'. No le tengo ningún miedo.

P. ¿Siempre dice lo que piensa?

R. Generalmente sí.

P. Y en un mundo tan hipócrita...

R. Si hace unos años, cuando entró Soler en el club, me hubieras dicho que si no cambiaba iba a acabar así, habría actuado igual. No es orgullo, es carácter.

P. ¿No cambiaría nada si retrocediera a principio de temporada?

R. Nada, sé que no hecho nada malo. Quisiera que me hubiesen valorado por mi rendimiento en el campo y no por si les gusta más mi estilo de vida o no.

P. ¿Alguna autocrítica?

R. Seguro que me he equivocado en muchas cosas, pero entre Soler y yo como capitán nunca ha habido un feeling, aunque yo tenía claro que tenía que pelear por el bien del Valencia.

P. ¿Cómo explica que en tres años el capitán y el presidente sólo hablaran dos veces?

R. Él confiaba en otras personas, quizá porque no le gustaba lo que yo le comentaba cuando me consultaba.

P. ¿Los jugadores ayudaron a Quique como merecía?

R. Los que estábamos a su lado lo estuvimos hasta el último día. Le despidieron porque cuando le confirmaron no confiaban en él.

P. A quienes dicen que le falta hambre, les da la razón si no se empeña en ir a la Eurocopa.

R. Podría irme cedido, pero trasladaría ese problema a junio. La Eurocopa es un mes; mi vida deportiva son cuatro años a un gran nivel. Si voy a la Eurocopa y me salgo, bien, pero ¿y si voy y no juego como en el Mundial de Alemania?

P. Es un riesgo que no asume.

R. Lo primero es asegurar mi carrera deportiva y asumir los mínimos riesgos posibles.

P. ¿Es normal que sólo un compañero, Vicente, le haya apoyado públicamente?

R. Ellos lo primero que tienen que hacer es centrarse en lo deportivo. Si quieren apoyarme, lo deben hacer internamente.

P. Los nuevos capitanes, Baraja y Marchena, no le apoyaron.

R. Estoy contento con tener el respaldo individual y saber lo que piensa cada uno.

P. ¿Por qué ha resaltado esa llamada solidaria de Casillas?

R. Porque es un gran referente del público y hay mucha gente que te aprecia desde la distancia como Raúl.

P. ¿Y qué supuso que Manuel Vicent le dedicara una columna en EL PAÍS?

R. Llovieron mensajes avisándome de la columna. La gente que sabe de literatura me decía: '¡David, que es una eminencia!'.

P. ¿Problemas de sueño?

R. Duermo mal. Y cuando el Valencia juega fuera, me busco algo para estar entretenido.

P. ¿El mejor consejo que le han dado?

R. Cuando empecé era considerado un jugador duro y de poca técnica y muchos me decían: 'David, tienes que confiar en tus posibilidades'.

P. Ha sido un jugador duro.

R. Sí, va en mi estilo, fuerte físicamente, pero noble.

P. ¿Le ha insultado alguien por la calle estos días?

R. Sí, varias veces. Me llaman mercenario, drogadicto, borracho... Barbaridades.

P. ¿En qué ha madurado?

R. El fútbol acelera los pasos de la vida. Por momentos puedes entender que hay jugadores que se deprimen si no eres muy fuerte mentalmente.

P. ¿Lo es?

R. Sí, por eso he podido ser tan competitivo.

P. ¿No volverá a jugar en el Valencia?

R. Tendría que ir el equipo muy mal, y no es lo que deseo.

P. ¿Quién puede sustituirle en la selección?

R. Xabi Alonso o Senna lo pueden hacer muy bien.

P. ¿Y Luis cómo se lo tomó?

R. Lleva mucho tiempo en esto y dejamos las posturas muy claras en nuestra última conversación.

P. ¿Echa de menos la adrenalina?

R. Sí, ha sido mi estilo de vida más de 10 años.

P. ¿Miedo de aburrirse?

R. No, miedo de acabar psicológicamente tocado por esta situación y decir: 'aquí acabo y no quiero jugar más'.

P. ¿Alguna mala costumbre?

R. Dormirme tarde mirando la televisión.

P. ¿Y qué le irrita más?

R. Las falsedades. A la larga, convivir con la verdad es mejor.

P. ¿Cómo van las clases de inglés?

R. Estudié francés en la escuela. Quería aprender inglés, más que nada porque en Europa, como capitán, los diálogos con los árbitros y los capitanes rivales son en inglés.

P. ¿Dónde se ve dentro de unos años?

R. En algo relacionado con el Valencia. ¿De entrenador? No me convence porque soportan una presión tremenda. Ser presidente del Valencia en una época de éxitos sería un sueño.

Albelda, en un momento de la entrevista.
Albelda, en un momento de la entrevista.SANTIAGO CARREGUÍ

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