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Crónica:
Crónica
Texto informativo con interpretación

Nadal, contra los escaladores

El español teme que sus rivales aprovechen su golpe 'liftado' en la nueva pista de Australia

Cuando terminó el combate de boxeo, tocó retirada, músculos al aire y pruebas de frenada. Nada más perder la final del torneo de Chennai, Rafael Nadal se dirigió a Melbourne y se puso a entrenarse durante una semana. No disputó, como el curso pasado, el torneo de Sidney. No buscó ritmo competitivo. Y se concentró en adaptarse a la nueva pista del Abierto de Australia, que 21 años después ha cambiado la plastilina del Rebound Ace -lava ardiente bajo el sol; ni un bote igual en la pista, según sus críticos- por el azul de una superficie plexicushion. Para Nadal, que ayer debutó con una trabajadísima victoria sobre el serbio Troicki (7-6 [3], 7-5 y 6-1), no era un cambio cualquiera. Era cuestión de vida o muerte. El número dos, dice Francis Roig, el técnico que le acompañó a Chennai, es el tenista que más nota los cambios de pista.

"Al botar menos, el rival se monta sobre su bola", avisa Roig, consejero de los Nadal
Todo sobre el Open de Australia, primer grande del año

"Rafa está expuesto a las características de la superficie: si no le benefician, le marcan", argumenta Roig, que sustituye a Toni, entrenador de Nadal, en la gira estadounidense; "Federer, como es tan bueno, juega más o menos igual en todas partes".

La nueva superficie del torneo australiano ha levantado suspicacias entre los tenistas. Para Novak Djokovic y Roger Federer, que debuta hoy ante el argentino Diego Hartfield (Canal + Deportes, en torno a las 11.00), es "más lenta". Para Paul Bull, el portavoz de la descartada Rebound Ace, supone el fin de un "icono" y convierte al Abierto australiano en una copia del estadounidense - "es el mismo caballo con distinto jockey"-. Todos coinciden en que la velocidad del juego ha descendido. En que el bote de la pelota es más bajo. Y eso, admitió ayer Nadal tras jugar contra Troicki, el nuevo Djokovic, le molesta "un pelín": "No hay que quejarse demasiado. Si la bola saltase más... Pero creo que es más problema de la bola que de la pista".

"Si la pelota bota menos, da más tiempo para que el contrario se monte sobre su golpe liftado, para que le juegue desde arriba, como Troicki", coincide Roig. "En esas condiciones, la bola de Rafa no le come tanto al otro", continúa, consciente del peligro que eso representa ante los especialistas del contraataque, gente que embiste en el aire y a contragolpe, como Lleyton Hewitt. "El golpe liftado de Rafa, en esta pista, no sale disparado para fuera. Ante Troicki le costaba desbordar. En Indian Wells, sin embargo, a la tercera derecha... Tampoco le favorece mucho que la pista sea lenta, lenta", cierra el hombre que aconseja puntualmente a Toni Nadal.

La nueva pista esconde entre una capa de pintura y otra de asfalto o cemento una mezcla de goma, látex y trozos de plástico para absorber impactos y reducir la fatiga muscular. Eso es una ventaja para todos, y más para Nadal, golpeado por las tendinitis. "Es un poco más blanda y por eso la venden como algo mejor para el cuerpo", dice Javier Sánchez Vicario, que a través de Greenset instala pistas en los torneos más importantes. "La plexicushion es más blanda que la pista rápida, pero prácticamente no se nota. La velocidad de la bola la da el producto que le ponen encima: es un poco más lenta que el Rebound Ace, puede que hasta lentísima. No le afecta el calor. Y, dependiendo de la calidad, según pasen los días, puede que sea más rápida".

Nadal, en cualquier caso, juega reforzado por el combate de Chennai. "Ahí le vi muy fino", cuenta Roig; "la final fue un accidente [perdió por 6-0 y 6-1 ante Yuzhny]. No tenía nada más dentro. Se quedó sin energía tras cuatro horas de explosividad constante en la semi contra Moyà. Charly le doblaba a golpes la mano. ¡Tirabamuy bien! Fue espectacular. Parecía un boxeador al que le fueran a dejar KO".

Rafael Nadal, durante su partido de ayer contra Troicki.
Rafael Nadal, durante su partido de ayer contra Troicki.EFE

Moyà y Murray se despiden

El Abierto de Australia cerró su jornada inaugural despidiendo a un ídolo y a un favorito. Carlos Moyà, finalista en 1997, idolatrado por la grada y lanzado por su buena temporada pasada, perdió ante el austriaco Koubek, al que había ganado la semana pasada en Sidney, en un partido "mentalmente durísimo" que le dejó "físicamente muy tocado" tras intercambiar con ritmo endiablado puntos, breaks y opciones de victoria (7-6 [5], 6-7 [2], 7-5 y 6-4).Despedido Moyà y salvados por un suspiro Tommy Robredo y la serbia Jelena Jankovic -ganó 12-10 el tie-break del tercer set ante Paszek-, el primer día de competición dejó al Abierto sin un tenista que había comenzado el año con ritmo arrebatador: el francés Tsonga ganó al británico Andy Murray, que antes del torneo dijo sentirse preparado para asaltar su primer título grande (7-5, 6-4, 0-6 y 7-6 [5]).1ª ronda: Hombres: E. Korolev (Rus.)-M. Granollers: 7-5, 6-2 y 6-0. N. Davydenko (Rus.)-M. Llodra (Fra.): 7-5, 7-5 y 6-3. G. García-López-J. I. Chela (Arg.): 6-4, 6-2, 1-6 y 6-2. A. Roddick (EE UU)-L. Dlouhy (R. Che.): 6-3, 6-4 y 7-5. I. Andreev (Rus.)-A. Pavel (Rum.): 5-7, 6-2, 7-6 (4) y 6-3. T. Robredo-M. Zverev (Ale.): 4-6, 2-6, 7-6 (2), 6-4 y 7-5. F. López-W. Odesnik (EE UU): 7-6 (6), 6-1 y 6-4. R. Gasquet (Fra.)-N. Lindahl (Aus.): 6-0, 6-1, 3-6 y 6-2. M. Yuzhny (Rus.)-M. Montcourt (Fra.): 6-0, 6-2 y 7-6 (3). Mujeres: A. Medina-P. Cetkovska (R. Che.): 7-6 (1) y 6-0. M. Sharapova (Rus.)-J. Kostanic (Cro.): 6-4 y 6-3. A. Mauresmo (Fra.)-T. Poutchek (Bie.): 6-7 (6), 6-0 y 6-0. L. Davenport (EE UU)-S. Errani (Ita.): 6-2, 3-6 y 7-5. J. Henin (Bél.)-A. Nakamura (Jap.): 6-2 y 6-2. S. Williams (EE UU)-J. Gajdosova (Aus.): 6-3 y 6-3.

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