Año nuevo, mismos temores

2007 acabó con el temor de que la crisis financiera termine por contagiar a la economía real, sobre todo a la estadounidense. Y 2008 ha comenzado de igual forma. La mayoría de las Bolsas europeas comenzaron la jornada de ayer con ganancias. No era el caso de la española, que había arrancado la jornada con pérdidas. Bastó que llegaran malas noticias de Estados Unidos para que los números verdes se tintaran de rojo; o como en el caso del Ibex 35, las pérdidas de acentuaran. De nuevo, los temores se tradujeron en volatilidad, un elemento decisivo en los mercados el año pasado.

Los inversores comenzaron a deshacer posiciones cuando se enteraron de que los datos de actividad manufacturera en Estados Unidos eran peor de lo previsto. El petróleo contribuyó al clima pesimista. El West Texas, el barril de referencia al otro lado del Atlántico, tocó los 100 dólares por primera vez en su historia. Con estos ingredientes, Wall Street abrió decididamente a la baja, y los índices europeos siguieron su camino.

El Ibex 35 abrió la sesión con pérdidas pero mantenía el tipo. El retroceso no era suficiente para caer por debajo de los 15.100 puntos. Una vez se supo lo que sucedía en Nueva York, los descensos se intensificaron y el índice selectivo llegó a perder los 15.000 puntos. Al final recuperó posiciones y cerró en 15.002,5 puntos, una caída del 1,18%. Esta vez no acudió Telefónica al rescate, tónica habitual en 2007.

La operadora se dejó ayer un 1,08% de su valor en Bolsa. Le superó el otro gran valor, Santander (-1,35%), inmerso en noticias y rumores sobre la compra de un banco en Reino Unido. La misma suerte corrieron Abengoa y Grifols, que ayer debutaban entre los valores que ponderan en el Ibex 35.

Las pérdidas también acabaron imponiéndose en los mercados del resto del continente pese a las ganancias de primera hora en muchos de ellos. Entre las grandes plazas, el Dax alemán, la Bolsa del Viejo Continente con más ganancias en 2007, lideró las pérdidas.