"Nuestros objetos no están en los centros comerciales"

Ana y Vicious se enamoraron hace ocho años en Salamanca. Ella estudiaba Imagen. Él, Bellas Artes. Juntos solían reírse de un horrible cuadro que Eduardo (el nombre verdadero de Vicious) había pintado al óleo: se veía a dos hombres en una calle de Palencia. Uno, desde una acera, decía "Hola" y el otro, desde la acera de enfrente, le respondía con un surrealista "¿Por qué?". "Era un cuadro feísimo", recuerda ahora Ana, "pero nos gustaba mucho".

Ana y Vicious ya no son pareja, pero juntos son los dueños de Hola Por Qué, un laboratorio creativo de diseño, ilustración, vídeo, música... "Y todo lo que pillamos", advierte Ana en su taller de Madrid. Pero el amor da paso al desamor, donde también está la inspiración. Seguro que su última colección de camisetas, Te amo/ tedesamo, está basada en hechos reales.

Esa colección, entre otras cosas, se puede comprar en el mercadillo Cosas por dinero (de 11.00 a 23.00), que culmina hoy en Off Limits, una sala de exposiciones en Lavapiés (Escuadra, 11). Allí hay todo lo que no se encuentra en tiendas normales, reconvertidas en hormigueros durante los días navideños: de cerámica coreana a juguetes sexuales. De ropa para niños a diseños punkis, de joyería a gastronomía. De fondo, música minimalista y hip-hop en directo.

Más de 25 creadores que venden sus obras en un espacio distinto. "Es una forma de gastar el dinero como cualquier otra", puntualiza Ana, que ejerce de organizadora. "Se trata de demostrar que podemos vivir de lo que nos gusta. Es muy difícil competir contra los centros comerciales, pero sí podemos ser una buena alternativa".

Entre las opciones, los diseños de tres veinteañeros que tras el nombre de Tolkys Monkys dibujan camisetas con las vidas de personajes. Como Himiko, un mimo ficticio que trabaja en las Ramblas de Barcelona y que está enganchado a los videojuegos. "Si vemos que el personaje gusta, contamos sus aventuras en las camisetas", explica Néstor, uno de los tres creadores, rodeado de cajas en su oficina de 20 metros cuadrados en el centro madrileño.

En la tercera edición de Cosas por dinero también hay sitio para el placer. "Nosotras lo llevamos", bromea Sara Pérez, una de las tres socias de Los Placeres de Lola, una tienda erótica que exhibe en Lavapiés su producto estrella: Stubby, un consolador diseñado por mujeres que estimula el clítoris y el punto G. "Y además no hace ruido", añade Sara. " Se cuida mucho la estética y la calidad". Creada hace tres años, en Los Placeres de Lola al principio sólo podían entrar mujeres; ahora son permisivas con los hombres. En Cosas por dinero no hay limitaciones: la entrada es gratis y, como dice Ana, "la salida también".