"Balones a Robinho"
Schuster centra su estrategia en el punta para abordar al Barcelona "rápido y en tres toques"
"Balones a Robinho". Ésa será la consigna del Real Madrid en el Camp Nou. De eso hablan los jugadores en estos días. Dicen que Robinho está en una forma espléndida. Listo para presentar sus credenciales como aspirante a la sucesión de Ronaldinho en el sitial de los jugadores soñados por la hinchada de Brasil. No hay mejor escenario que el Camp Nou para que el meritorio despliegue sus virtudes, todo ese poder que afirma haber aprehendido en último año. Mientras su compatriota de Porto Alegre se desvanecía en la camilla de masajes, el chico de San Pablo le comía terreno. Es la hora de Robinho y Bernd Schuster lo sabe.
Al entrenador alemán los duelos brasileños le importan un comino. Pero tiene presente dos cosas: primero, que su defensa es su fuerte; segundo, que al Barça, que ha ganado todos su partidos en el Camp Nou, es muy difícil ganarle tomando la iniciativa. "Nosotros tenemos que afirmarnos atrás", explican desde el vestuario; "aguantar con nuestra defensa, que está muy bien, y, cuando tengamos el balón, jugar rápido y en tres toques ponernos en la portería de Valdés. Ahí será importante Robinho".
En ausencia de Guti, que posiblemente estará lesionado, o en el banquillo, y a falta de un centro del campo capaz de apoderarse de la pelota frente al Barça, al Madrid no le quedarán más recursos que darle la pelota al único futbolista capaz de desequilibrar por habilidad y velocidad. Schuster sabe que sus recursos no son ilimitados. La gama de variantes ofensivas del Madrid se ha reducido en la medida que aumenta su solidez defensiva.
El Madrid que se medirá al Barcelona será más conservador que el que presentó Fabio Capello en marzo pasado, durante la última visita al Camp Nou (3-3). Entonces, en el medio campo jugaron Diarra, Gago, Raúl, Guti, e Higuaín, con Roberto Carlos proyectándose desde la izquierda. Esta vez el técnico alemán alienta la idea de reforzar a Diarra con el músculo de Baptista, taponar la izquierda con Heinze y cohesionar el medio campo con Sneijder, un futbolista dinámico. Higuaín, Gago y Guti lo verán en el banquillo, si es que pueden. Pero jugará Robinho. A sus 23 años, el brasileño se ha convertido en una de las piezas fundamentales del Madrid de Schuster. Es más importante de lo que creía el técnico cuando fichó en junio. Tan esencial que, mañana, el Madrid se encomendará a su bicicleta.
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