La guardia de Capello

"La noche de la fiesta por el título habló el presidente, habló Raúl, habló hasta la mujer de Guti. Yo estaba allí y ni me dieron la palabra. En ese momento le dije a mi esposa que mi aventura en el Madrid se había acabado". Palabras de Fabio Capello. En Chamartín prescindieron de él y el técnico italiano vivió una especie de jubilación forzosa. Lo mismo que sus cuatro hombres de confianza.

Capello fue fichado por la televisión pública italiana como comentarista de la Champions. Franco Baldini, el secretario técnico, disfrutó de "unas vacaciones prolongadas" entre Roma y Suráfrica, donde su hijo ha montado un negocio de máquinas de café. Franco Tancredi, el preparador de porteros, se dedicó a la familia. La mano derecha de Capello, Italo Galbiati, entrenó a un equipo de niños en Milán. "Para divertirme y mantenerme en forma porque con 70 años, si me paro, estoy acabado", comenta por teléfono. Y Massimo Neri, el responsable de la preparación física, empezó un curso de enología. "Necesitaba desconectar y hacer las cosas que siempre me han divertido, pero que nunca pude hacer por falta de tiempo", dice.

Galbiati entrenaba a niños, Baldini estaba de vacaciones, y Neri, en un curso de enología

El tiempo de descanso se acabó hace pocos días, cuando la federación inglesa (FA) anunció la contratación de Capello como seleccionador. "Un poco nos lo esperábamos. Más cuando los ingleses cayeron eliminados contra Croacia", cuenta Galbiati. Sabía que Capello negociaría con la FA para poder trabajar con su propio cuerpo técnico. "Ahora sólo me queda aprender inglés. Va a ser chungo. Quizá se lo deje a los demás", bromea Galbiati, que acompaña a Capello desde los tiempos del Milan y que en el Madrid se encargaba de preparar un informe de prensa diario. Todavía se acuerda de las críticas de los medios de comunicación y de Ramón Calderón. "¿Qué dice ahora? ¿Que nos vamos a hacer el tiqui-taca a Londres?"

En el Roma, años más tarde, a Galbiati se unieron Tancredi y Neri. Empezó una relación de fidelidad, amistad y trabajo, casi propia de un clan, que les ha llevado primero a Turín, luego a Madrid y ahora a Londres. "Siempre seguiremos a Fabio. Es fácil jurar fidelidad a un ganador como él", explica Neri. "Después de un club tan importante como el Madrid, sólo nos quedaba la selección inglesa", continúa. "¿Que si sabe dónde se ha metido? Lo sabe de sobra. Siempre le han gustado los retos y nadar contracorriente", dicen sus colaboradores.

Sólo Capello y Baldini se mudarán a Londres. "Nosotros nos desplazaremos sólo durante las concentraciones. No se trata de un equipo con el que hay que trabajar a diario. Así que, de momento, seguiremos viviendo en Italia", asume Neri; "esta semana, de todas formas, cuando viajemos a firmar los últimos detalles, veremos qué opinan en la federación inglesa". El que sí está ya buscando casa en Londres es Baldini. Su cargo estuvo en el aire hasta el último momento, pero Capello consiguió finalmente convencer a la FA de que necesitaba el apoyo del que fuera secretario técnico en el Madrid. La FA no ha comunicado todavía quién será el apoyo inglés que trabajará en el equipo de Capello. "Seguiré haciendo mi trabajo de siempre y para ello tendré que vivir en Londres. Mantendré los contactos con los técnicos de la Premier. Seguiré a los rivales, la evolución diaria de los internacionales ingleses y ayudaré a Fabio en las relaciones con los jugadores", comenta Baldini. "Como él no ha tenido tiempo de seguir a todos durante estos años en los que ha estado sentado en un banquillo, le echaré un cable. Soy el hombre del que más se fía", asegura. La relación entre ambos, que se rompió cuando Capello dejó el Roma y fichó por la Juve, se volvió a consolidar en el Madrid.