Marilyn para todos los gustos
Vestidos, fotos y enseres reviven el mito de la actriz en una gran exposición
Marilyn Monroe le parecía una actriz muy glamourosa, sí, pero un poco tontita. Se sentía más atraída por Audrey Hepburn. Pero Maite Mínguez empezó a conocer más cosas del mayor mito del cine: su intensa y atribulada vida o su faceta como productora durante la década de los años cincuenta en un mundo de hombres. Su imagen cambió y de cierta indiferencia pasó a la fascinación. Tanta, que Maite Mínguez posee ahora una de las más completas colecciones sobre Norma Jean, más conocida como Marilyn Monroe, como se puede comprobar en la exposición que hoy se inaugura en Octubre Centre de Cultura Contemporània de Valencia.
Marilyn de bebé, de adolescente, de sex symbol... Todas las Marilyn están representadas por fotografías, portadas de revistas internacionales, cabellos auténticos, atrevidas gafas de sol, boinas, pulseras, pitilleras, zapatos de aguja, lápices de labios; una agenda telefónica -"en la que no aparece el número de Kennedy", apostilló la coleccionista-, un juego de tocador, un cenicero -que contenía las pastillas que acabaron con su vida-, unas bragas, un picardías; vestidos, medias (las de Bus stop), suéteres... Los trajes forman un capítulo aparte. El que lució Marilyn en Luces de candilejas costó unos 70.000 euros, al igual que una blusa diseñada por Pucci que también se exhibe en Octubre hasta el 10 de febrero. Maite Mínguez no ocultó ayer su ilusión por conseguir un vestido de cada una de las películas de la actriz.
Va camino de ello, tras iniciar su andadura hace más de 15 años, rastreando subastas internacionales y fondos personales de artistas. La exposición, que presentó el editor Eliseu Climent, se acompaña con unas jornadas que arrancan hoy con el célebre biógrafo Donald Spoto.
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