"Esta vez nos sonrió la fortuna"
"Si seguimos así, tendremos que hacernos un electrocardiograma", advierte Aguirre
Los partidos del Atlético en su estadio son tan intensos que hasta a su técnico, Javier Aguirre, le rebasan. La tibia sonrisa del entrenador mexicano después de vencer al Valladolid era el reflejo de la felicidad por el triunfo. Pero su cara también mostraba signos de desconcierto. Como si sus jugadores hubieran superado toda la capacidad de previsión de la que Aguirre es capaz. Por mucho que el mexicano prepare los partidos, los futbolistas a los que dirige parecen saltarse todo guión predefinido e improvisan. Se lanzan al ataque sin reparar en tácticas, sistemas o cualquier otro corsé que frene sus impulsos.
Frente al Valladolid, el conjunto rojiblanco se vio hasta dos veces por detrás en el marcador. Principalmente, porque la defensa sigue siendo el más claro desgobierno dentro de la anarquia generalizada en que se ha convertido el cuadro madrileño. Y eso a Aguirre le sigue inquietando.
"Ha sido un partido loco, loco", repitió el mexicano, terminado el encuentro, mientras se pasaba la mano por la frente y fruncía el ceño. "Esta vez nos ha sonreído la fortuna en esta ruleta. Pero hay que ajustar algunas cosas porque tendremos que hacernos un electrocardiograma como sigamos así", reconoció.
Las palabras de Aguirre denotan la preocupación que le invade cuando repara en que un partido de su equipo puede terminar con una línea de tres defensas en la que Raúl García ocupe la posición de central y Jurado de lateral derecho. "Ha habido tantas circunstancias adversas que el panorama no podía ser más oscuro", admitió, en referencia a la expulsión de Valera, con 3-3, cuando todavía restaba más de un cuarto de hora . "Hasta yo me he sorprendido de poner a Raúl García de central. Nunca [en Osasuna y el Atlético] le había utilizado en esa posición. Pero es que la situación era extrema", subrayó.
Tan extrema que Aguirre optó por Forlán en sustitución de Zé Castro. Delantero por central: el intercambio de fichas que dio origen a todo el lío. Y la apuesta le salió a pedir de boca. "En casa, tienes que salir a por la victoria. No me gusta hacer cambios defensivos", señaló. Sin embargo, Aguirre quiso destacar que el plantel que dirige se encuentra a gusto en este tipo de partidos. Que es algo, en cierta medida, buscado y premeditado. "Este equipo está diseñado para tener un talante ofensivo. No fichamos a nadie atrás. Fui criticado el año pasado por ser conservador y en éste el equipo es muy alegre, aunque debemos ajustar esa alegría", concluyó.
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