Empleados cada vez más móviles

Casi ocho millones y medio de trabajadores españoles (un 38% de la población activa) utilizan el teléfono móvil o el ordenador portátil conectado a Internet, cuando no ambos, como herramientas laborales. La cifra supone un aumento de 170.000 personas respecto a 2006. Los datos figuran en el estudio Situación y tendencias de la movilidad en España 2007, elaborado por la consultora IDC, especializada en análisis de mercado del sector de nuevas tecnologías, y fueron dados a conocer la pasada semana en el transcurso de un simposio de la firma de telefonía móvil Nokia celebrado en Madrid.

El análisis revela que el 50% de las grandes empresas españolas de más de mil empleados tiene en marcha planes de movilidad para su plantilla, un porcentaje que cae entre cinco y diez puntos en el segmento de medianas empresas y se queda en el 35% en firmas de pequeño tamaño. El incremento sustancial de quienes trabajan desde su casa (un total de 700.000 teletrabajadores con equipamiento móvil), así como los planes de conciliación de vida personal y laboral puestos en marcha en lo que va de año por diversas compañías, han sido dos de las circunstancias que más han propiciado este aumento de los profesionales móviles. Según IDC, los que usan los dispositivos inalámbricos durante su jornada laboral desde la propia oficina son 5,6 millones, por 2,1 millones que lo hacen trabajando fuera de la oficina.

El 50% de las empresas con más de mil empleados tiene planes de movilidad para su plantilla y hay ya unos 750.000 teletrabajadores en España

Con estas cifras, España se sitúa en niveles superiores a Francia, Alemania e Italia, y a niveles parejos a los de Holanda y Dinamarca, lo que representa figurar en el vagón de cabeza en movilidad en Europa. En cuanto a las demandas más reiteradas que las empresas realizan al mercado de nuevas tecnologías, según el exhaustivo informe, figura la necesidad de que converjan en un solo dispositivo la telefonía fija y la móvil.

IDC destaca asimismo la conveniencia de que las pequeñas empresas y las microempresas, principal tejido comercial español, no pierdan el tren de la movilidad, para lo que reclama un esfuerzo especial de concienciación, así como más productos y servicios específicos para pymes, a los operadores del sector. Otra tendencia destacada es que las compañías apuestan cada vez menos por recurrir a un único proveedor de movilidad, optando por varios en función de la rentabilidad ofrecida, lo que revela un mayor conocimiento del mercado.